Una hambruna podría afectar el próximo invierno boreal a casi 160.000 habitantes de la aislada zona montañosa de Bamiyan, en el centro de Afganistán, disputada por el gobernante movimiento Talibán y fuerzas opositoras.
El Talibán, milicia de estudiantes islámicos radicales, impuso un bloqueo a la zona de Hazarajat, controlada por la guerrilla chiíta Hezb-e-Wahadat, que se agravará las próximas dos semanas cuando la nieve cierre los caminos.
"La situación todavía no puede llamarse hambruna porque es muy difícil de evaluar, pero es un verdadero desastre", dijo a IPS este miércoles un voluntario que opera en la zona de Hazarajat.
La Cruz Roja Internacional, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el enviado residente del foro mundial siguen intentando, por ahora sin éxito, de persuadir a Talibán de permitirles enviar un convoy de ayuda a Hazarajat.
La intención es que la asistencia llegue antes de que el invierno cierre los caminos y las temperaturas desciendan a 20 grados bajo cero.
Talibán clausuró la ruta sureña a Hazarajat, controlada por Hezb-e-Wahadat.
Cuarenta camiones con 600 toneladas de trigo están listos para viajar a Bamiyan vía Kabul, pero Talibán pretende antes de permitir el paso del convoy que la ONU garantice que la ayuda alimentaria se entregará a los civiles y no a los guerrilleros.
"Talibán dice que permitirá el ingreso de alimentos si la ONU puede garantizar que no irá a parar a manos de los opositores. Por supuesto, nadie lo puede garantizar porque es imposible", dijo el voluntario, quien reclamó reserva sobre su identidad por temor a las represalias.
La reacción del Talibán a la crisis alimentaria fue exhortar a la población a expulsar a los líderes de Hezb-e-Wahadat, sostuvo el voluntario.
El gobernador del Talibán en Kandahar, Mohammad Hassan, reconoció por escrito a la ONU el intento del foro mundial de "ayudar a los pobres y necesitados" de Bamiyan y que su movimiento no pretendía "oponer obstáculos".
Para los 1,2 millones de habitantes de la zona sujeta a bloqueo, la temporada normal de carencias ocurre en marzo y abril. La estrategia empleada en el invierno para evitar el hambre, el trueque de animales por alimentos, no será posible si no hay comida.
"La estrategia no es posible ahora. Ni el PMA ni la Cruz Roja Internacional pueden pasar la ayuda. Los pasajes de montaña quedarán clausurados por la nieve en las próximas dos semanas. Así que la situación es crítica", dijo el voluntario.
Un funcionario del PMA en Pakistán dijo a IPS el martes que la delegación de la ONU no había podido levantar el bloqueo. Si no se toman medidas urgentes en las próximas dos semanas en zonas remotas donde la nieve cerrará los caminos, "la situación podría provocar hambrunas en unos meses", advirtió la agencia.
La semana pasada, el PMA solicitó 590.000 dólares adicionales para comprar alimentos en la zona de Hazarajat. La agencia calcula que unas 160.000 personas correrán el próximo invierno peligro de hambruna en cuatro distritos de Bamiyan y un distrito en la vecina provincia de Ghor.
La sorpresiva helada de agosto, seguida de lluvias y fuertes nevadas, arruinó la mayor parte de la cosecha del año en lo que ya es una zona de déficits alimentarios crónicos. Gran parte de los cultivos quedaron en el campo y están cubiertos por hasta 70 centímetros de nieve.
Los voluntarios de ayuda humanitaria consideran que las mujeres y los niños son los que corren mayor peligro. "Los niños y niñas están desnutridos. Sufren de deficiencia vitamínica, por lo que sucumbirán a enfermedades respiratorias y otros males relacionados en el invierno".
"Las mujeres, sobre todo las que están en edad de tener hijos, serán las más afectadas. Ya están en mala situación, debido a la desnutrición generada por los múltiples partos", explicó el voluntario.
"Las mujeres están embarazadas constantemente, no es poco común que tengan ocho o nueve hijos. Sufren de deficiencias de hierro y calcio, lo que las hace vulnerables a otras enfermedades", añadió.
Las personas sin tierra o animales corren especial peligro. No tiene sentido solicitar préstamos de dinero porque no hay alimentos para comprar, explicó el voluntario.
Los voluntarios temen que los campesinos se vean obligados a comer semillas durante el invierno, por lo que no tendrían nada para plantar el próximo año.
El portavoz de la Cruz Roja Joerg Stoecklin dijo a IPS que la organización intentará llevar alimentos a Bamiyan por una ruta septentrional, a través de zonas controladas por los rivales del Talibán, la Alianza del Norte, compuesta por tres partidos dirigidos por el líder uzbeko-afgano Rashid Dostum.
La Alianza mantiene el control nominal de la cuarta parte del país.
"Aún esperamos la luz verde de la Alianza del Norte y de los señores de la guerra locales", dijo Stoecklin. Pero la alianza parece estar en proceso de fragmentación, con el aumento de las luchas internas y el colapso de la autoridad en la zona.
En el pueblo fronterizo de Hairatan, al norte del país, ladrones saquearon más de 2.000 toneladas de ayuda alimentaria dirigida a Bamiyan, almacenada allí por el PMA.
La Cruz Roja Internacional, con el respaldo de 1,15 millones de dólares de la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO), ya está distribuyendo medicinas y equipo médico en Afganistán.
Fuentes de la ECHO dijeron a IPS que es probable que la comisión ejecutiva de la Unión Europea autorice más fondos en los próximos días para ayuda alimentaria de emergencia, canalizada a través del PMA.
ECHO, el mayor donante de Afganistán, otorgó unos 45 millones de dólares a grupos en el país. La agencia prepara ahora su propio programa de ayuda para el invierno, compuesto por alimentos, medicinas, carbón y otros artículos que serán distribuidos entre los grupos más vulnerables de la población.
"Existe una verdadera necesidad de mantener la asistencia humanitaria internacional al menos en los niveles actuales", dijo Emma Bonino, la Comisaria Europea de Asuntos Humanitarios quien visitara Afganistán en septiembre.
La Cruz Roja brindó ayuda a unas 220.000 personas en 1996, especialmente en Kabul, y más de 80.000 recibirán ayuda este año.
La organización asiste a más de 40 centros médicos con el apoyo de la Sociedad Afgana de la Media Luna Roja. Otros grupos que operan en Afganistán con el respaldo de ECHO incluyen a Médicos Sin Fronteras y UNICEF. (FIN/IPS/tra-en/dds/ns/mom/rj/aq-mj/dv ip/97