La emblemática siderurgia venezolana de Sidor, que llegó a ser la empresa de América Latina con mayor número de empleados, será finalmente privatizada en diciembre, tras aprobar el Congreso el informe legal previo.
El Consejo de Ministros del presidente Rafael Caldera aprobó este miércoles las modificaciones impuestas el día antes por el informe legislativo al contrato de compra-venta, que volvió de inmediato al Congreso para su ratificación definitiva en una sesión bicameral.
El ministro de Inversiones, Alberto Poletto, consideró que la subasta pública mediante la cual será traspasada a un consorcio privado la acería Siderurgia del Orinoco (Sidor) podrá realizarse a mediados de diciembre.
Las 11 compañías precalificadas para participar en el proceso tienen hasta el 4 de noviembre para informar sobre los eventuales consorcios internacionales que formarán para competir por la siderúrgica, situada en la selvática Guayana, al sureste del país.
Poletto se negó a dar cifras sobre el precio base de la empresa que produce 2,7 millones de toneladas de acero líquido al año, en un proceso altamente integrado gracias a los cercanos y ricos yacimientos de hierro con que cuenta el país.
Pero el ministro de Hacienda, Luis Matos, indicó semanas atrás a corresponsales extranjeros que el gobierno espera obtener por la venta de 70 por ciento de las acciones de Sidor unos 700 millones de dólares netos.
A esa ganancia el inversor que se quede con Sidor deberá sumar una deuda de la empresa que asciende a una cifra cercana a los 750 millones de dólares, según detalló Poletto, y el costo de otros pasivos, incluidos los ambientales y laborales.
Además, precisó, deberá invertir unos 300 millones de dólares para modernizar las instalaciones.
El valor de los activos de Sidor, según los datos de 1994, cuando el gobierno de Caldera la incluyó en la lista de empresas estatales a vender, era de 3.500 millones de dólares.
En la actualidad la empresa cuenta con 12.000 trabajadores -de los casi 18.000 que llegó a emplear-, 9.000 de los cuales no podrán ser despedidos durante el primer año de actividad en manos privadas.
Los trabajadores recibirán 20 por ciento de las acciones de la acería en condiciones preferenciales, como es norma en las privatizaciones en Venezuela, desde su inicio con la venta de la aerolínea Viasa -ahora liquidada- en 1990 y la compañía telefónica CANTV, un año después.
El 10 por ciento restante quedará en manos del Estado para ser posteriormente colocado en el mercado bursátil.
El complejo de Sidor tiene plantas de pellas (reducción de hierro), de reducción directa de acero, de planchones y palanquillas, y de productos planos y no-planos, además de instalaciones de servicios y facilidades ferroviarias y portuarias.
Situada en las inmediaciones de Ciudad Guayana, a orillas de la confluencia de los ríos Orinoco y Caroní, 500 kilómetros al sureste de Caracas, su carácter emblemático proviene de haber sido el germen del asiento allí de un conglomerado estatal de industrias básicas no petroleras, en los años 70.
En la zona, Sidor tiene como vecinos a los complejos de aluminio y de hidroelectricidad con la represa del Gurí como bastión, además de los yacimientos de hierro, cuya producción de mineral es de 20 millones de toneladas anuales.
Sidor será privatizada en forma integral menos la planta de tubos sin costura, especiales para la industria petrolera, y que está aún en su fase final de construcción, tras una inversión estatal de 300 millones de dólares.
El avance decisivo a la privatización de Sidor reanimó al alicaído proceso de traspaso de las empresas del acero y el aluminio a manos privadas. Poletto afirmó este miércoles que las empresas del aluminio serán vendidas en el primer trimestre de 1998. (FIN/IPS/eg/dg/if/97
