El gobierno de Ruanda decidió poner en libertad a sospechosos de haber participado en el genocidio que mató casi un millón de personas en 1994, una medida a la que se oponen los sobrevivientes de las matanzas.
El gobierno de este país de Africa central anunció el mes pasado que había decidido liberar a los prisioneros ancianos, enfermos terminales y menores de edad, para disgusto de las organizaciones que representan a los sobrevivientes.
"La medida, trasladada a cifras, representa una cantidad importante de personas que cometieron genocidio en 1994", comentó un miembro de Ibuka (Recuerda), grupo que defiende los derechos de los sobrevivientes de las masacres.
Muchos sobrevivientes de las matanzas de 1994, en las que murieron casi un millón de integrantes de la minoría étnica tutsi y moderados de la mayoría hutu, se sienten traicionados por la decisión del gobierno, que tiene la intención, en apariencia, de aliviar la superpoblación de las cárceles.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) estima que existen más de 120.000 sospechosos de genocidio en prisiones y campamentos comunales en Ruanda.
Entre el 1 de enero y el 30 de junio, 200 prisioneros habían sido sometidos a juicio, según CLADHO, grupo que reúne varias organizaciones de derechos humanos de Ruanda. Siete fueron absueltos, 27 fueron condenados a cadena perpetua y 53 a muerte, mientras el resto recibió penas de prisión de uno a 20 años.
A ese ritmo, tomaría tres siglos someter a juicio a todos los sospechosos recluidos en las cárceles ruandesas.
El retraso se debe en parte a la escasez de abogados. Apenas un cuarto de los cerca de 800 jueces y abogados que tenía Ruanda antes de abril de 1994 permanecieron en el país después del genocidio. El resto fue asesinado o huyó al exterior.
Fuentes de Ibuka sostienen que la idea de liberar a algunos de los detenidos adolece de una falla fundamental.
"La edad y la enfermedad no deberían bastar para borrar los crímenes cometidos", señaló el presidente de la organización, Jean Bosco Rutagengwa.
"Si los nazis aún están detenidos y son sometidos a juicio por crímenes que cometieron hace 50 años, ¿por qué los responsables ruandeses del genocidio han de recibir tratamiento especial por su vejez?", preguntó.
Poner en libertad a niños que participaron en el genocidio sería igual a entregar al país a "demonios vivientes", sostuvo Gakuba, periodista del diario Ukuri Gacaca. "No digo que deben ser colgados, sino que deben estar detenidos en algún lugar, apartados de la sociedad", agregó.
Sin embargo, la idea de liberar a los sospechosos debido a su edad "se opone a la cultura ruandesa", aseguró Gakuba.
"Estas son las personas que deberían haber ayudado a evitar el genocidio si no hubieran inculcado enseñanzas aberrantes a los jóvenes y dirigido las matanzas que afectaron al país durante décadas", señaló.
Algunos funcionarios del Poder Judicial también se oponen al plan del gobierno. Jean Bosco Iyakaremye, director del tribunal de Kigali, advirtió que "la liberación de los sospechosos es una forma de fomentar la impunidad".
El funcionario recordó que, en 1963, el gobierno de entonces amnistió a personas que masacraron a los tutsis en 1959. "Como no recibieron castigo por sus crímenes, no es de sorprender que algunos desarrollaron una idea errónea sobre los delitos", señaló.
Las mismas personas "participaron en las matanzas que se sucedieron en 1966, 1967, 1972, 1973, a principios de los años 80 y en el genocidio de 1994", explicó.
Por otra parte, el gobierno de Ruanda recibe la constante presión de grupos de derechos humanos extranjeros para mejorar las condiciones de reclusión y superar la escasez de recursos para alimentar a la gran cantidad de detenidos.
El plan para liberar a los viejos, enfermos terminales y menores de edad podría ser una respuesta a esa presión.
Sin embargo, los sobrevivientes afirman que dicha medida podría conducir a la gente a aplicar la ley por su cuenta y sugieren que sería más sensato que los prisioneros fueran puestos a trabajar para reconstruir y rehabilitar la infraestructura destruida durante el genocidio. (FIN/IPS/tra-en/jbk/kb/aq/hd/97