Un importante activista de los derechos humanos de Zambia pidió al presidente Frederick Chilumba que se abstenga de cometer actos de crueldad contra oficiales del ejército que lideraron un fallido golpe de Estado.
"Chiluba y su administración no deben realizar una caza de brujas, sino investigar en profundidad el intento de golpe" ocurrido el martes, dijo Ngande Mwananjili, director del grupo de derechos humanos Afronet.
Mwananjili declaró a la Corporación Nacional de Radiodifusión de Zambia (ZNBC) que la caza de brujas no revelaría las razones del golpe.
El líder golpista, capitán Steven Lungu, anunció en un mensaje por radio en la madrugada del martes, que el Consejo de Redención Nacional había tomado el poder para impedir que el gobierno de Chiluba causara "la caída del país en el caos total, la criminalidad y la corrupción".
Lungu y 20 oficiales rebeldes fueron detenidos por su participación en el infructuoso golpe, informaron las autoridades de la capital, Lusaka.
Lungu fue arrestado en las instalaciones de la emisora de la ZNBC que había ocupado para anunciar a la nación la toma del poder.
El ministro de Defensa, Ben Mwila, dijo a los periodistas el miércoles que un soldado del gobierno murió durante el incidente y que varios soldados golpistas seguían prófugos.
El ministro aseguró que se incrementaría la seguridad en el Complejo de Medios de Comunicación, que alberga a la agencia de noticias, la radio y la televisión estatales, para evitar incidentes similares en el futuro.
Poco después de que la intentona golpista fuera aplastada el martes, Chiluba, que no asistió el fin de semana pasado a la cumbre de jefes de gobierno de la Comunidad Británica en Edimburgo, Escocia, advirtió que su gobierno tomaría severas medidas contra los ideólogos del levantamiento.
El presidente afirmó que su administración se aseguraría de que la policía y otros organismos de seguridad pudieran hacer su labor sin obstáculos.
El golpe también fue condenado por el vicecanciller de Zimbabwe, Nicholas Goche. "Africa austral no tolerará más golpes militares, aun aquellos que aseguren actuar para recuperar la democracia".
"No creemos que unos pocos individuos puedan derrocar a los gobiernos democráticos, especialmente cuando los golpistas son del ejército. Todo cambio de gobierno debe ser dirigido por el voto", declaró en el diario estatal The Herald.
"Nosotros no permitiremos que ocurran este tipo de acontecimientos" en Africa austral, manifestó Goche.
El vicecanciller de Sudáfrica, Aziz Pahad, dijo que su país comparte el mismo sentimiento sobre los golpes militares que los expresados por Zimbabwe.
"Los días de los golpes en Africa se terminaron. También estamos felices de que este golpe haya fallado", añadió Pahad, quien se hallaba en Harare asistiendo a conversaciones bilaterales entre Zimbabwe y Sudáfrica.
Chiluba, de 54 años, fue reelecto en noviembre de 1996 para un nuevo período de cinco años. El actual presidente fue electo por primera vez en 1991, poniéndole fin a 27 años de gobierno de Kenneth Kaunda.
Ante el temor de que regresara Kaunda, Chiluba modificó la constitución para impedir que el ex líder participara en las elecciones, bajo el pretexto de que sus padres nacieron en Malawi y, por tanto, no era natural de Zambia.
Donantes internacionales censuraron la modificación y suspendieron la ayuda a Zambia, que tiene una población de unos 10 millones, como represalia por la actitud antidemocrática de Chiluba.
Sus colegas de Africa austral tampoco aprobaron la decisión de impedir que Kaunda se presentara como candidato en las elecciones generales.
"Chiluba no es bien visto por varios de sus pares en la región pero lo último que ellos desean es que sea depuesto por los soldados. La estabilidad regional es demasiado importante para los mandatarios que trabajaron arduamente para mantenerla", sostuvo el editorial del miércoles de The Herald.
Africa experimentó demasiado caos, sufrimiento y derramamiento de sangre, continuó el editorial.
"Congo-Kinshasa, Congo-Brazzaville y Angola sufrieron inmensamente por el pisoteo de la democracia. Los sectores más vulnerables de la sociedad, mujeres, niños y ancianos, quedaron atrapados en el fuego cruzado", según The Herald.
"Si ello ocurriera en Zambia, basta imaginar el caos social y las dificultades económicas que tendríamos que soportar durante muchos años", advirtió The Herald.
El diario solicitó a Chiluba que trate con "firmeza pero con justicia" a los estrategas del fallido golpe de Estado. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/aq/ip hd/97