La agencia de investigaciones de la ONU, la Oficina de Servicios Internos de Vigilancia (OSIV), dejó al descubierto varias fallas en las normas de seguridad aplicadas a aviones y helicópteros que trasladan a tropas en misiones de paz a zonas de guerra.
Un informe confidencial al que tuvo acceso IPS indica que las áreas investigadas fueron la falta de seguridad de los aviones utilizados en misiones de paz, la entrega de documentos falsos de parte de un vendedor, la violación de las normas internacionales de aviación y la entrega de certificados falsos de un operador aéreo.
"La mayor preocupación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en los servicios civiles es la seguridad", indicó el informe de OIOS, el cual implícitamente acusa al foro mundial de relacionarse con vendedores que "no adhieren a normas de seguridad de la aviación internacional".
Con el aumento de las operaciones de paz a comienzos de los 90, los gastos de la ONU en aviación crecieron de 26 millones de dólares en 1990 a 53,7 millones en 1991, alcanzando un pico de 205 millones de dólares en 1992.
Desde entonces, los costos de aviación decrecieron, de 172 millones de dólares en 1993 a 161 millones en 1994, 102 millones en 1995 y 49 millones en 1996.
Desde 1945, hubo más de 42 operaciones de paz de la ONU, 29 de las cuales se crearon en 1988 y 1996. El presupuesto de misiones de paz creció de 379 millones de dólares en 1990 a 3.200 millones en 1995, y luego cayó a 1.300 millones en 1996.
Al investigar las actividades de la aviación, OIOS encontró que la ONU atrae contratos baratos en la industria, y varias empresas no siempre siguen los estrictos requisitos de seguridad y mantenimiento de la aviación internacional.
Según el informe, la ONU "no estimula la revisación de cada vendedor individual contra los criterios de selección diseñados para erradicar a operadores poco seguros o éticos. La ONU acepta vendedores sobre la única base de la documentación que presenta cada empresa".
Una fuente de la ONU que pidió el anonimato dijo que algunos aviones contratatos por el foro mundial estaban plagados de ratas.
Hasta julio de 1993, entre 50 y 70 por ciento de los contratos de aviación se entregaron a una única compañía, la canadiense Skylink, que luego fue suspendida y privada de todos los contratos de la ONU.
Los aviones y helicópteros utilizados por la ONU son prestados por los países miembros o en la mayoría de los casos, contratados por licitación pública a vendedores privados.
A mediados de septiembre, un helicóptero de la ONU chocó contra una montaña en el centro de Bosnia, muriendo sus 12 pasajeros, incluyendo un alto mediador alemán y al menos cinco ciudadanos estadounidenses. Un equipo de la ONU investiga la causa del accidente.
El helicóptero de fabricación rusa MIL Mi-8 fue prestado a la ONU por Ucrania y los únicos sobrevivientes del accidente fueron los cuatro miembros de la tripulación ucraniana.
OIOS sostiene que las dificultades de gestionar la operación de los servicios de aviación en la ONU no debe ser subestimada.
Las pruebas de la agencia dejaron al descubierto varios problemas, incluyendo carencias en los contratos actuales, las evaluaciones técnicas de los vendedores y los precios ofrecidos, la revisión de documentos legales y la supervisión del vendedor durante el contrato.
En uno de los casos, un vendedor había estado sujeto a quejas de dos países miembros en relación a la seguridad, la limpieza y la corrección general del avión utilizado para trasladar a tropas de misiones de la ONU a sus países de origen en 1996. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/ip/97