PERU: ?Rebrote guerrillero o maniobra política?

La reactivación de la guerrilla de Sendero Luminoso anunciada por el gobierno de Perú sería en realidad una maniobra del presidente Alberto Fujimori para favorecer sus planes reeleccionistas, aseguran analistas vinculados a la oposición.

Informaciones surgidas en las últimas semanas indican que Oscar "Feliciano" Ramírez, líder del sector disidente de la organización insurgente, habría logrado movilizar a varias columnas de combatientes.

No obstante, analistas como Carlos Tapia o Mirko Lauer sostienen que los movilizados no constituyen aún un peligro real.

La mayoría de los dirigentes de Sendero Luminoso están presos, incluyendo a Abimael Guzmán, ideólogo y fundador del movimiento, y desde la cárcel anunciaron en 1993 que consideraban necesario deponer las armas "para impedir la liquidación del partido", tregua que Feliciano rehúsa acatar.

El gobierno de Fujimori no desmiente ni confirma el rebrote guerrillero, actitud que induce a sus adversarios a suponer que tiene interés en que se difunda esa información.

El analista Jaime Antezana y el presidente del Consejo por la Paz Francisco Diez Canseco afirman a su vez que en septiembre las fuerzas guerrilleras mataron a 30 personas, entre militares, policías y civiles, en distintas zonas del país y que este mes sus operativos se intensificaron.

"Los senderistas han asesinado en setiembre a 18 campesinos, cinco miembros de las rondas campesinas, cuatro soldados del ejército y tres oficiales de la policía", dijo Diez Canseco.

Antezana señaló que el día 12 los senderistas tomaron durante dos horas la ciudad de San Miguel, capital de la provincia de La Mar, en Ayacucho, en donde mantuvieron sitiado el cuartel policial y dieron muerte a un agente, mientras saqueaban las oficinas públicas, negocios, farmacias y centros de salud.

Gerónimo Calef, presidente del Consejo de Comités de Autodefensa ("rondas campesinas") del valle del río Sonomoro, en la selva central, informó que en una emboscada senderista realizada en la provincia de San Martin de Pangoa el día 14 fueron muertos dos ronderos que oficiaban de guías al ejército.

"Los 3.000 campesinos de Sonomoro que forman parte de las rondas han pedido mejores armas que las escopetas de caza que se ha distribuido en sus aldeas y comunidades, quieren tambien chalecos antibalas y ayuda alimentaria para sus familias", indicó Calef.

"Las fuerzas de Feliciano han abandonado sus zonas de repliegue, situadas en áreas despobladas e inaccesibles de la sierra y sus refugios en parajes intrincados de la selva, para incursionar en los valles y centros poblados pequeños, amenazando sobre todo a las comunidades de retornantes", afirmó Antezana.

"Retornantes" se denomina en Perú a la población que en los tres últimos años, después que el gobierno de Alberto Fujimori proclamó la derrota militar de Sendero Luminoso, regresó a sus aldeas de origen, que habían abandonado anos atrás para escapar de la violencia de la guerra civil.

Pero la opinión de Antezana y Diez Canseco no es compartida por Tapia y Lauer, quienes consideran que las versiones sobre el rebrote subversivo se han sobredimensionando.

Tapia, director de una asociación humanitaria y ex parlamentario izquierdista, sostiene que Sendero Rojo, como se conoce a la facción disidente, no tiene más de 280 hombres y mujeres en sus fuerzas militares, de los cuales sólo 40 integran la "fuerza principal" y están armados con fusiles y granadas.

"Esos 40 se complementan con las fuerzas de base y con algunas fuerzas locales para realizar operativos de envergadura, como el ataque a la aldea de Jorge Basadre, o la toma de la ciudad de San Miguel", sostiene.

"Es cierto que hay una reactivación subversiva y que hay que combatirlos militarmente, pero la acción puramente represiva fracasará si se sigue desatendiendo el problema económico-social, pues los senderistas aprovecharán para captar nuevamente a los campesinos pobres", destaca.

Tapia se opone a que se permita a Abimael Guzmán aparecer en televisión para exhortar a "Feliciano" a deponer las armas, según informó recientemente un vocero del partido oficialista en el Congreso de la República.

"No se lograría nada, salvo hacerle el favor a Guzmán de recuperar protagonismo, porque ya está visto que 'Feliciano' no le hace caso, y se inflaría el tema del terrorismo, que no es aún grave", comentó.

Lauer, sociólogo y comentarista político del matutino opositor izquierdista La República, admite que hay una intensificación de las actividades militares de Feliciano pero señala que éstas se realizan en zonas aisladas y no tienen todavía dimensiones como para constituir un problema político.

Estima que el alarmismo informativo sobre este tema parece ser estimulado discretamente por fuentes oficiales y formar parte de una maniobra de intoxicación de la opinión pública, con la intención de favorecer a Fujimori en sus aspiraciones de ser reelecto por segunda vez consecutiva en el 2000. (FIN/IPS/al/dg/ip/97

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