MEXICO: No intervenir, la consigna frente a crisis bursátil

Mantener la calma y no intervenir son las consignas del gobierno de México frente a la crisis bursátil en el mundo. Para autoridades y analistas, lo único que queda es rogar que la tormenta se disipe pronto y no deje mayores heridas.

"Tenemos mucha volatilidad, esperemos que esto dure poco", dijo este martes el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, tras reconocer que "poco se puede hacer como gobierno ante el sistema global".

Tras la difícil jornada de este lunes, cuando la bolsa mexicana cayó 13,3 por ciento -la caída más importante en una década- y arrastró a la moneda a una devaluación de más ocho por ciento respecto al dólar, este martes los negocios bursátiles mejoraron en forma significativa y el tipo de cambio se recuperó.

El positivo comportamiento, similar al registrado en otros países, fue animado por declaraciones del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en las que desvirtuó las consecuencias de la crisis sobre la economía de su país, con la la que México mantiene estrechos lazos.

"Es difícil hacer un pronóstico para México ahora, pues eso dependerá del impacto de la actual crisis en la economía de Estados Unidos", indicó Ortiz, tras afirmar, sin embargo, que "no provocará recesión".

Al igual que la mayoría de analistas y empresarios, el ministro estima que los coletazos del "efecto dragón", como se bautizó a la inestabilidad financiera presente las últimas semanas en Asia, golpean a México cuando su economía se muestra estable.

Ortiz informó que el gobierno no adoptará ninguna medida para enfrentar la tormenta que afecta a los mercados. Sólo si hay un movimiento dramático tal vez adopte algún mecanismo técnico, informó.

Si los problemas continúan, el crecimiento económico de México para 1997 y 1998, estimado en cinco y seis por ciento respectivamente, podría verse presionado a cierta baja, estimó Mauricio González, director del Grupo de Economistas y Asociados.

Según el experto, la dimensión de los problemas, que en ningún caso llegarán a niveles dramáticos como en la crisis de fines de 1994 y su efecto internacional conocido como "tequila", dependerá de la duración del pánico bursátil .

"Hasta este momento sólo es una crisis de papel, es decir limitada a la compras y ventas de acciones y otros instrumentos, pero no ha permeado aún a la actividad productiva en México", sostuvo.

Para Carlos Gutiérrez, director de la calificadora internacional Merrill Linch en México, "no se espera que el país salga muy afectado de la actual crisis".

En menos de cuatro días, la bolsa mexicana perdió gran parte del positivo rendimiento observado en el año, mientras la moneda se devaluó más que en los últimos 10 meses.

Con un valor de capitalización de 106.770 millones de dólares, la bolsa mexicana es la más importante de América Latina, luego de la de Brasil. Sin embargo, su posición en el mundo financiero global es marginal.

En la bolsa de México se mueve apenas 0,005 por ciento de las acciones bursátiles que se negocian en el planeta, indica la Federación Internacional de Bolsas de Valores.

"La correción de las bolsas en el mundo estaba en puerta, pues habían crecido demasiado. Igual era esperada la correción en la moneda mexicana", expresó Ortiz.

"Cuando el polvo se asiente, los inversionistas podrán ver que Mexico sigue siendo un país seguro comparado a otros", declaró.

La crisis asiática podría alterar variables económicas e incluso impactar negativamente en el crecimiento de México, pero es imposible que se presente un panorama similar al de fines de 1994, enfatizó el secretario de Hacienda.

Hace tres años el país vio salir en pocos días millones de dólares de capitales foráneos y tuvo problemas para enfrentar compromisos externos de corto plazo por 40.000 millones de dólares. En esos momentos el déficit fiscal era de ocho por ciento y las reservas internacionales estaban a la baja.

Hoy, las reservas son altas, la deudas de corto plazo para 1998 ascienden a menos de 10.000 millones de dólares, la cuenta corriente es deficitaria en uno por ciento y la economía registra un crecimiento sostenido.

Para los partidos de oposición y algunos analistas, el escenario actual de México no es del todo positivo e incluso advierten que hay señales de que podría presentarse otra crisis como la de 1994.

Basan su advertencia en el endeudamiento externo global de 150.000 millones de dólares, el alto porcentaje de inversiones foráneas consideradas especulativas (30 por ciento del total) y la existencia de déficit en gasto público, balanza de pagos y comercio exterior. (FIN/IPS/dc/dg/if-ip/97)

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