La oposición política mexicana, mayoritaria por primera vez en 70 años en Cámara de Diputados, se comprometió a levantar el secreto de archivos oficiales, para investigar la matanza de estudiantes ocurrida hace hoy 29 años en la plaza Tlatelolco de la capital.
El 2 de octubre de 1968, el ejército disparó contra una multitudinaria concentración de jóvenes que pedían cambios políticos y democracia, matando a más de 300 e hiriendo a centenares, según testigos presentes. Las Fuerzas Armadas sostienen que "sólo" murieron 26 personas.
"Vamos a abrirlos (los archivos oficiales), pero que estén tranquilos quienes tienen las manos ensangrentadas. No pedimos sus cabezas. Lo que queremos es que el país no pierda la memoria", dijo el diputado Pablo Gómez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), .
Protagonista de las movilizaciones estudiantiles de 1968 junto a otros integrantes de la Cámara de Diputados, Gómez explicó que se aprobará una ley para abrir al público todos los archivos oficiales calificados de secretos con más de 25 años de antiguedad.
A pesar del tiempo tanscurrido, la matanza de estudiantes no ha sido aclarada.
Los funcuionarios de aquella época, que acusaban a los estudiantes de intentar una revolución bajo los postulados del "comunismo internacional", niegan su responsabilidad en los hechos o prefieren no hablar, y otros han muerto.
Como sucede cada 2 de octubre desde 1968, este jueves se organizaron marchas y debates para recordar la matanza. Los miembros del gobierno no mencionaron el tema, como tampoco lo hicieron en su momento sus predecesores.
la Cámara de diputados dominada por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) se negó sistemáticamente a autorizar la apertura de los archivos. Pero desde las elecciones del 6 de julio, la mayoría está conformada en esa cámara por el PRD y el conservador Partido Acción Nacional (PAN).
El senador Norberto Corella, del PAN, aseguró que su partido o respalda la apertura de los archivos.
Otro elemento novedoso en la conmemoración de este año fue la publicación de estudios históricos y archivos de inteligencia militar de Estados Unidos que parecen descartar definitivamente la versión oficial sobre la matanza.
Según afirmó el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964- 1970), el ejército abrió fuego en Tlatelolco en respuesta a un ataque de provocadores, que incluso habrían matado a tiros a algunos soldados.
Aunque aún quedan por despejar muchas dudas sobre lo sucedido, como identificar al responsable de la orden de atacar, parece quedar en claro, gracias a los nuevos datos, que el 2 de octubre de 1968 las Fuerzas Armadas prepararon una emboscada y dispararon contra una multitud indefensa.
Las movilizaciones de hace casi tres décadas, que no aparecen en los libros oficiales de historia, fueron alentadas por la efervescencia política que recorrían el mundo por aquellos años.
"Las nuevas generaciones tienen que saber lo que pasó en 1968, no solamente una versión u otra, sino toda la verdad", señaló el diputado Gómez.
Para la escritora Elena Poniatowska, autora del libro "La noche del Tlatelolco", los ideales de los jóvenes de 1968 continúan presentes y gracias a ellos la oposición triunfó en los últimos comicios.
Raúl Alvarez, dirigente estudiantil de los años 60 y hoy editor de una revista, opina de manera similar que Poniatowska. "Nuestro movimiento sin duda contribuyó al proceso paulatino de democratización de México", expresó.
A juicio de grupos humanitarios no gubernamentales, se asiste al riesgo de una nueva masacre, debido a la militarización de amplias zonas del país, a detenciones arbitrarias, la tortura y la impunidad reinante.
"Tanto las ejecuciones como el aumento de las desapariciones son trabajos preparados desde el mismo punto de vista" de quienes ordenaron la matanza de 1968, afirmó Adriana Carmoma, portavoz del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria. (FIN/IPS/dc/ff/hd/97