Maestro del mimetismo e ícono de la cultura pop, el rockero británico David Bowie cumplió en la noche de este jueves en la capital de México con las expectativas de sus más de 40.000 seguidores.
"El último genio del rock", como lo definió John Lennon, mostró lo principal de una producción musical de casi tres décadas, desde el disco "Space Odity" de 1969 hasta el reciente "Earthling".
Bowie, de 50 años, y la banda con la que grabó sus más recientes temas, derrocharon energía durante dos horas sobre un escenario llenó de luces y gases brillantes.
Los toques electrónicos que caracterizan la música del rockero, quien se proclama un extraterrestre adelantado al tiempo y la moda terrícola, inuguraron el Foro del Sol, el primer espacio construido en la capital de México especialmente para presentar conciertos que atraen públicos masivos.
Frente a un público heterogéneo, donde destacaban personas de 40 y 50 años, y muchos jóvenes aficionados a sus últimas producciones, el artista, cuyo verdadero nombre es David Robert, demostró que no ha perdido su gran capacidad de manejo escénico.
Famoso por mimetizarse en personajes futuristas, cósmicos y vampirescos, Bowie incluyó en su concierto temas como "Quicksand", "Jean Genie", "I'm Afraid of Americas" y "Look Back Anger".
La presencia del músico coronó una serie de presentaciones que en los últimos años realizaron a México, en forma tardía, solistas o grupos de rock considerados clásicos, como Pink Floyd, algunos integrantes de Led Zeppeling, los Rollings Stones, Peter Gabriel y Deep Purple.
"Ver a Bowie es como tener la oportunidad de que en México estuviera el David de Miguel Angel y no una réplica. Es un ícono de la cultura pop, un artista de vanguardia", señaló el experto Martín Hernández.
"El Abulón", vocalista del grupo de rock mexicano "Doctor Cerebro", dijo que Bowie "es un rebelde musical que camina libre, y que aunque ha sido imitado, nunca fue igualado".
En su única presentación ante la prensa mexicana, Bowie criticó la cultura consumista de Estados Unidos y a los medios de comunicación que imponen referentes universales de comportamiento.
"No me gusta ver la naturaleza homogénea, no me gusta McDonald's ni el Holiday Inn, pues son cosas que vienen como a aplanar la cultura y eso me asusta", declaró.
El rockero señaló que como artista le interesa "la manera como evoluciona el vocabulario de la música, para crear un lenguaje que se transforme en diálogo con la sociedad".
Aunque afirmó que no le importa su edad ni el paso del tiempo, dijo que tiene cierta nostalgia de los años 60, porque en esa época "lo que importaba era las ideas, no como ahora que lo que parece importar es la comodidad".
Cambiando parte del escenario y su vestuario, Bowie, mostró en México un variado espectáculo de sonidos, colores y texturas.
El músico británico también ha dibujado, pintado y actuado en varias películas, como El hombre que cayó a la Tierra, El ansia, Laberinto y La última tentación de Cristo.
Algunas de las pinturas e instalaciones escénicas creadas por Bowie, quien se califica como un ser andrógino, han servido para racaudar fondos para los niños damnificados por las guerras.
"Bowie pasará a la historia como un artista visionario del rock", ya que desde hace 28 años, cuando inició su carrera, "siempre ha estado adelantado a su época en cuanto a concepciones y temáticas musicales", apuntó el crítico mexicano Juan Carlos Garda. (FIN/IPS/dc/ag/cr/97
