El cambio de discurso de Estados Unidos respecto al Mercosur registrado durante la visita del presidente Bill Clinton a Brasil, es el reconocimiento natural de ese proceso de integración frente al comercio mundial, según el titular de la gremial industrial de Sao Paulo, Carlos Moreira.
El presidente de la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp) avaló el acercamiento entre las autoridades estadounidenses y el Mercosur, en el marco de la reunión preparatoria para el V Foro Euro Latinoamericano, realizada en la sede de la organización empresarial.
"Brasil debe negociar con todos los países y bloques del mundo" y el Mercosur (integrado también por Argentina, Paraguay y Uruguay) no puede ser cuestionado por eso, sostuvo Ferreira.
Según el empresario, la visita de Clinton permitió estrechar lazos y abrió la posibilidad de conversaciones paralelas en una agenda que generará novedades a lo largo de los próximos 12 meses, en términos de abatimiento de barreras arancelarias.
El titular de la Fiesp criticó las reglas proteccionistas que aún existen en el mercado estadounidense relacionadas con los productos brasileños, pero recordó que también en el intercambio con la Unión Europea (UE) las trabas comerciales son muchas, principalmente en relación a los productos agrícolas.
Al reclamar el fin de esas restricciones, Moreira reafirmó que no hay antagonismo entre el acuerdo del Mercosur con la UE y la formación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). "Hay mucha gente queriendo establecer una disputa que no existe", indicó el empresario.
Moreira recordó que en los últimos meses Brasil y el Mercosur han sido centro de atención como nunca antes había ocurrido con esta parte del mundo.
Señaló que por la sede de la Fiesp pasaron en los últimos meses el presidente de Francia, Jacques Chirac, el jefe del gobierno español, José María Aznar, el primer ministro portugués, Antonio Gutiérrez, varios hombres de otros gobiernos europeos y el presidente del Líbano, Elías Hrawi.
"Eso significa que nuestro mercado de 200 millones de personas y nuestra posición estratégica en el mundo son atractivos", destacó el presidente de la Fiesp.
Además de criticar explícitamente el proteccionsimo europeo y estadounidense, en casos como el de las exportaciones de soja a Europa, con alícuota cero, y las de aceite de soja, con mayor valor agregado que obliga a pagar 7,5 por ciento de alícuota, el empresario apuntó sus baterías contra el gobierno brasileño.
"Nuestra competitividad también está siendo afectada por problemas internos", afirmó Moreira, centrando su cuestionamiento en el sistema tributario que calificó de arcaico.
Es necesario -dijo- acelerar el proceso de reformas impositivas del país porque "existen gravámenes que necesitan ser derogados. Ningún país desarrollado cuenta con cargas fiscales similares".
Explicó que esos impuestos fueron creados a lo largo de los últimos 30 años como forma de generar recursos para los programas sociales, muchos de los cuales nunca salieron del papel.
Moreira, que en las elecciones legislativas de 1998 será candidato a diputado por el gubernista Partido del Frente Liberal (PFL), puntualizó que Brasil debe superar algunos problemas estructurales para mejorar la competitividad internacional.
"Las dificultades en la educación son monumentales", sostuvo, y afirmó que no hay manera de conseguir disminuir el desequilibrio social y aumentar la riqueza sin realizar inversiones en esa área.
Para Moreira, el éxito en los negocios dentro del Mercosur es la prueba de que Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay son capaces de responder a los desafíos del comercio internacional, que comienza a derrumbar las barreras históricas entre el norte industrializado y el sur en desarrollo.
"Lo que llama la atención son los auspiciosos índices alcanzados en pocos años de integración regional", afirmó el titular de la Fiesp.
Los números muestran que las exportaciones de Brasil hacia los países vecinos del Conor Sur saltaron de 1.800 millones de dólares en 1980 a 7.300 millones en 1996. Las importaciones, por su parte, crecieron de poco más de 1.000 millones de dólares a 8.265 millones en el mismo período.
Sólo entre enero y julio últimos las ventas brasileñas a sus socios del Mercosur representan 16 por ciento del volumen total del comercio exterior del país. "Esto demuestra que el ALCA tiene sentido si viene para dinamizar ese intercambio", indicó Moreira.
El acercamiento con los europeos, entre tanto, es diferente por tener un significado especial, aseguró el presidente de la Fiesp. "La UE es el principal socio del Mercosur en términos de comercio, cooperación y diálogo político", afirmó.
Explicó que las posibilidades de alcanzar una zona de libre comercio entre la UE y el Mercosur es real, principalmente por el volumen significativo de las inversiones europeas en la región y las constantes visitas de jefes de Estado.
"Ya existe una relación institucionalizada entre la UE y el Mercosur, lo que falta ahora es un cambio en las formas de intercambio bilateral", señaló.
Sobre estos posibles cambios en el relacionamiento bilateral con Europa, Moreria puntualizó que los obstáculos principales son en relación a los precios sobre las exportaciones brasileñas, especialmente frutas, vegetales y productos hortícolas, como naranjas, tomates, tabaco y alcohol etílico.
Las ventas a Europa están, según el empresario, sujetas también a restricciones de carácter sanitario y fitosanitario, con medidas de salvaguarda que sobrepasan a las previstas por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Esas restricciones contribuyen a la formación del déficit comercial en favor de la EU que ha crecido en los últimos años. En 1996, Brasil exportó por 12.800 millones de dólares a Europa e importó por 14.100 millones.
El empresario paulista planteó que todos los temas de restricción comercial deben ser llevados a las mesas de negociación.
Para Moreira es importante también que los líderes sindicales participen de estas tratativas. "Estamos acelerando el paso para un mundo que integra riquezas pero que también deberá integrar mano de obra", concluyó. (FIN/IPS/awm/dam-dg/if/97