Un buque mercante estadounidense descargó hace 10 años cuatro millones de toneladas de residuos tóxicos en un puerto de Haití, y ese episodio es ahora el centro de una controversia en que participan el Ministerio de Ambiente y grupos ecologistas y de defensa de los derechos humanos.
El Colectivo Haitiano para la Defensa del Ambiente y el Desarrollo Alternativo (COHPEDA) aseguró que desde entonces murieron numerosos animales y personas que vivían cerca del lugar construido para almacenar los residuos tóxicos, en la localidad de Lapierre, 177 kilómetros al norte de la capital.
La organización ambientalista subrayó el aumentado riesgo que esos residuos presentan para la vida, y que no hubo seguimiento médico en el área ni se realizó la autopsia de animales para identificar la causa de muerte.
Artibonite 2004, una asociación privada, mencionó esta semana la muerte de 300 cabezas de ganado y la posible contaminación del agua. El grupo solicitó al presidente René Préval que ordene desenterrar los residuos y devolverlos a Estados Unidos.
Alex Beauchamps, secretario ejecutivo de COHPEDA, puntualizó que no ha podido confirmar los números, pero, dado el nivel de toxicidad, los residuos debe ser desenterrados y debe hacerse llegar una protesta al Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La protesta debe dirigirse contra Paolino and Son, Amalgamated Shipping Corporation y Coastal Carrier Corporation, las compañías responsables del transporte de los materiales a Haití.
La Comisión Católica de Paz y Justicia se abstuvo de realizar comentarios sobre lo que calificó de "actuales rumores sin verificar sobre la muerte de animales en el sitio de los residuos tóxicos".
Sin embargo, la Comisión exhortó a las autoridades haitianas y la embajada de Estados Unidos a tomar iniciativas para devolver los desechos a Filadelfia inmediatamente.
El Ministerio de Ambiente no pudo proporcionar información sobre el número de muerte de animales.
"Visité el sitio el jueves para evaluar la sitación, pero ni los productores ni las autoridades locales sabían nada sobre las supuestas muertes. Todo lo que sé es que las cabras mueren de hambre por la sequía, pero continuaré las investigaciones", dijo a IPS Renaud Voltaire, director del Ministerio para el Noreste.
Daniel Roussiere, coordinador de la división regional de la Comisión Católica de Paz y Justicia, deploró el hecho de que no se hayan presentado cargos contra los operadores locales que permitieron al buque estadounidense, el Khian Sea, verter su carga en un dique en desuso de una empresa minera en 1987.
Ahora, funcionarios del Ministerio de Ambiente advirtieron a la población que no puede ingresar al área de los residuos tóxicos, mientras elaboran medidas para proteger la zona circundante.
Una fuente del Ministerio se refirió a la muerte de trabajadores contratados por el Ministerio de Obras Públicas en 1988 para transportar los desechos desde el muelle hasta su destino final: un tanque de concreto en las montañas de Lapierre, 2,5 kilómetros al norte de la ciudad portuaria de Gonaives.
Según trascendió, los obreros fallecidos padecían lesiones dérmicas.
Un informe de Angela Stetanson, de la organización ambientalista Greenpeace, publicado en enero de 1995 estimó que los desechos industriales descargados en Gonaives contienen metales pesados como plomo y otras sustancias tóxicas como cadmio y benceno, que pueden dañar la vida acuática y contaminar la cadena alimenticia humana.
Así mismo, técnicos del Ministerio de Ambiente indicaron que "existen sospechas de que los residuos tóxicos descargados en Gonaives contengan dioxina, una sustancia sumamente cancerígena".
Un grupo de investigadores de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos visitó Haití entre el 11 y el 13 de este mes y tomó varias muestras de ostras, sales marinas y otras sustancias para analizar.
El ministro de Ambiente, Yves André Winwight, solicitó el 15 de octubre al vicepresidente de Estados Unidos, Albert Gore, que informe al gobierno federal sobre el asunto para facilitar la presentación de una acusación penal contra el capitán del barco y obligar a las autoridades de Filadelfia a remover los residuos.
"Esperamos que estos desechos sean llevados lejos para establecer un precedente y desalentar a otros que pretendan utilizar a Haití como depósito de basura", dijo Winwight a IPS. (FIN/IPS/tra-en/imc/mk/ff-ml/en/97