Sarah Jane Salazar conmovió a la sociedad de Filipinas hace tres años. Fue entonces la primera persona del país que admitía en público ser portadora de VIH. Ahora vuelve a generar polémica tras tener un hijo con su pareja adolescente.
Los padres del menor la denunciaron por abuso ante una corte de Manila y muchos activistas la criticaron pues, según ellos, ya no puede ser el modelo de conducta al que apelen para promover la práctica del sexo seguro.
Salazar, de 23 años, había sido una de las más reconocidas impulsoras de esa práctica, e incluso las autoridades sanitarias del gobierno emplearon su figura para sus campañas de prevención del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Tanto su pareja, hoy de 17 años, como su hijo, de cuatro meses, están libres del VIH, según los estudios a que fueron sometidos.
Salazar se lamentó de que la sociedad aún no comprenda a las personas con sida, que tienen, al igual que el resto, necesidades y derechos.
"Dicen que no soy un modelo. Pero soy una persona. Tengo un corazón, sentimientos y necesidades. No me pueden aislar porque tengo derecho a amar y a ser amada, y lucho por mi derecho a vivir una vida normal", declaró.
Salazar conoció a Riche Atizado, el padre de su hijo, luego de verse obligada a abandonar un hospital estatal en 1995 por un recorte en el presupuesto a la atención de portadores de VIH.
Entonces, Atizado tenía 15 años y era vecino suyo en un barrio de Manila. "El sabía que yo tenía sida, pero le gusté mucho", recordó Salazar.
Con frecuencia utilizaron condones para mantener relaciones sexuales, pero dejaron de practicar el sexo seguro cuando el joven le dijo que quería tener un hijo con ella.
Hoy, Salazar dice sentirse feliz gracias a su relación con Atizado, su hijo y una hija de una relación anterior, a pesar de que podría morir dentro de dos años. "He aceptado mi enfermedad. Soy feliz. Aunque muriera ahora… moriría feliz", afirmó.
El conteo de células inmunológicas CD4 en el caso de Salazar cayó a 58 por milímetro cúbico de sangre, muy por debajo del nivel crítico de 200. Eso significa que ya ha desarrollado el síndrome.
Ella cree que un novio japonés le transmitió el VIH en 1993. Entonces, trabajaba de bailarina en un club nocturno en Manila. Antes, en 1991, había estado en Japón.
"Tenía tantas parejas en esa época… múltiples parejas sexuales. Dormía con tantos hombres… A veces, tres cada noche. Era la favorita de japoneses, coreanos y taiwaneses", recordó.
Así, ganó mucho dinero, que utilizaba para ayudar a su padre, su madre y sus dos hermanos, que se dedicaban a la pesca y venta de pescado en la provincia meridional de Quezón.
Salazar fue una de los siete filipinos portadores de VIH que accedieron a participar en una campaña pública de prevención, dos de los cuales murieron desde entonces. Integra una organización no gubernamental de personas con VIH dedicada al asesoramiento, adiestramiento laboral y campañas educativas.
Cincuenta y dos por ciento de los 977 filipinos portadores de VIH registrados desde 1984 contrajeron el virus a través de contactos heterosexuales y 20 por ciento por contactos homosexuales. Un porcentaje mínimo corresponde a transmisiones por transfusión de sangre o uso de drogas intravenosas.
Treinta y seis por ciento de los portadores de VIH tienen entre 20 y 29 años, el período más productivo de la vida humana. Cuarenta y dos por ciento son mujeres.
Pero funcionarios sanitarios consideran que la cifra real puede ser mucho mayor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también estimó que los casos registrados suministran un panorama incompleto.
El último informe de la agencia reveló que se registraron 65.000 casos de VIH en la región del Pacífico occidental hasta agosto. Setenta por ciento de las transmisiones del virus eran atribuidas a contactos sexuales y el resto al uso de drogas intravenosas.
La OMS sostiene que los casos de VIH en la región eran al menos 300.000 hasta 1996. Los expertos pronostican que serán más de 700.000 en el 2000. De todos modos, la incidencia del virus es moderada en comparación con el resto del mundo.
Los casos han aumentado entre heterosexuales en Camboya y Papúa- Nueva Guinea y entre usuarios de drogas en China, Malasia y Vietnam.
El VIH desaceleró su paso en Japón, Filipinas, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
El informe de la OMS no incluye a India y Tailandia, donde se registra la mayor cantidad de casos de VIH en toda Asia. La cantidad de portadores de todo el continente asciende a unos cinco millones. (FIN/IPS/tra-en/idc/ral/mj/he pr/97