La conciencia de los españoles acerca de los inmigrantes mejora, pero continúan las tragedias, que siembran de muertos las aguas del estrecho de Gibraltar.
Un informe del Centro de Invesstigación, Promoción y Cooperación Internacional (CIPIE), presentado este jueves, señala que en los últimos cinco años ha evolucionado de manera positiva la conciencia social respecto de la inmigración y su entorno.
Pero ese hecho coincide con la búsqueda de más cadáveres en el estrecho de Gibraltar, donde el miércoles naufragó una frágil embarcación cargada de inmigrantes norteafricanos. Hasta ahora fueron recuperados siete cadáveres.
El 16 de septiembre se hundió otra embarcación, se recuperaron seis cuerpos y se dieron por desaparecidos a más de 30 inmigrantes.
Los 15 kilómetros que separan las costas de Marruecos y España en la zona del estrecho son escenario de continuados intentos de ciudadanos del norte de Africa por llegar a Europa.
Esa vía irregular es elegida al ser rechazados o demorados durante largo tiempo los pedidos correspondientes de visado.
La Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) señala que, próximo a terminarse el año, el cupo de 15.000 extranjeros que el gobierno español dispuso que fueran aceptados para trabajar estacionalmente en este país está prácticamente sin cubrir.
Sólo 3.500 aspirantes pueden recibir su permiso de trabajo y residencia. El retraso, según CCOO, "es provocado por los requisitos exorbitantes que se vienen exigiendo para la solicitud de visado".
La conciencia mejora, afirma el CIPIE. Y lo hace porque hay "una mayor madurez en las iniciativas institucionales y ciudadanas". Asimismo, se observa "más profesionalidad en las organizaciones no gubernamentales (ONG) y públicas que trabajan con los inmigrantes".
Además, esa consolidación "se refleja en una actitud popular más positiva y en el papel de los medios de comunicación, con una evidente mejora y delicadeza al abordar estos asuntos".
El CIPIE realiza desde 1992 la investigación y el seguimiento del trato que los medios de comunicación españoles prestan a los inmigrantes y al racismo.
La llegada irregular (que las autoridades califican de ilegal) de inmigrantes en las llamadas "pateras", embarcaciones frágiles y de poco calado, u ocultos en dobles pisos de los camiones de carga, o como polizones en los barcos, tiene una explicación socioeconómica.
Los gobiernos de Europa cierran las fronteras, dejando apenas algunas puertas entreabiertas para acoger asilados políticos o personas que realicen trabajos que los europeos rechazan. Pero, siempre, con cuentagotas.
La razón esgrimida es la creciente desocupación en todo el continente, que en España supera 20 por ciento de la población activa. (FIN/IPS/tra-en/td/ff/pr/97
