DERECHOS HUMANOS: Tribunal internacional trataría nuevos crímenes

Participantes de la conferencia internacional por la creación de un tribunal penal internacional que terminó hoy en Uruguay propusieron incluir nuevos crímenes entre los que ese cuerpo debería juzgar.

El narcotráfico, el comercio ilegal de armas y las agresiones contra el ambiente fueron algunos de los crímenes que a juicio de los participantes debiera juzgar ese tribunal que se propone crear en 1998.

Carlos Gustavo Cano, presidente del diario colombiano El Espectador, dijo que en su país la creciente violencia tiene su origen "en el narcotráfico y en las mafias que tienen una fuerte incidencia en el Poder Ejecutivo, el Parlamento y los gobiernos municipales".

En 1968 en Colombia había 20 homicidios cada 100.000 habitantes. Actualmente el número de muertos se multiplicó por cuatro con el agravante de que cada 100 crímenes solo cuatro son juzgados, dijo Cano que atribuyó esa situación a los carteles del narcotráfico.

Sostuvo que en 1978 había 78 grupos ilegales vinculados al tráfico de drogas operando en Colombia y actualmente el número llega a 120, que controlan 600 de los 1.600 municipios de su país.

Cano, que dijo ser un firme defensor de la creación del tribunal, reclamó mirar "con pragmatismo" los delitos a juzgar y "evitar el chantaje" que esos grupos pueden ejercer para controlar el tribunal, como sucede en Colombia.

El narcotráfico es el más internacional de los delitos. El cultivo afecta la selva húmeda, financia paramilitares, corrompe los sectores reales de la economía, compra políticos y bloquea la justicia, afirmó tras criticar con dureza al presidente de su país Ernesto Samper.

Para el médico cubano Carlos Pazos, de la organización No hay Paz Sin Justicia (NPWJ), los crímenes de guerra tienen un origen multifactorial.

En este aspecto coincidió con el director de la agencia de noticias Inter Press Service, Roberto Savio.

Savio destacó a la carrera armamentista como uno de esos factores y recordó que entre 1945 y 1997 se produjeron 150 conflictos armados que originaron 30 millones de muertos.

El médico señaló que en esos conflictos 86 por ciento de las armas tuvieron su origen en los países integrantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Pazos agregó como otro elemento a tener en cuenta la incidencia crónica en enfermedades que las plantas nucleares le producen a quienes trabajan en ellas.

Ricardo Marcenaro Frers, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Latinoamericano, se refirió a las críticas que la creación del tribunal ha recibido de algunas naciones que afirman que el mismo puede afectar su soberanía.

"Hoy debe primar el principio de solidaridad internacional por sobre las objeciones de otro tipo", dijo, y advirtió sobre el riesgo de que algunas potencias "pretenden apropiarse" del manejo del tribunal.

El parlamentario comentó que entre los crímenes que se persigan deben agregarse a los de guerra y al genocidio, el terrorismo, el tráfico de estupefacientes y el daño al ambiente.

Luis Arango, procurador de Derechos Humanos de Guatemala, se preguntó si realmente un tribunal será capaz de castigar esos crímenes.

"No en mi pueblo, porque carecemos de un estado de derecho en el que la corrupción es la norma. No se puede combatir la corrupción cuando ésta se encuentra dentro del Estado", dijo el funcionario.

El vicepresidente de la Cámara de Casación de Argentina, Pedro David, reclamó con énfasis la creación del tribunal porque actualmente "existe un divorcio entre las normas y la realidad social".

Entre 1983 y 1993 David fue representante de su país ante la comisión de las Naciones Unidas con sede en Viena que analizó las violaciones a los derechos humanos en el Cono Sur de América, durante la vigencia de las dictaduras militares.

David destacó que las violaciones a los derechos humanos cometidas durante esos regímenes son "la raíz" de la actual situación y el tribunal se convertiría en una valla de importancia para evitar la reiteración de esos hechos.

El ex canciller uruguayo Sergio Abreu también abogó por la creación del tribunal pero recordó que en América Latina "cada Estado es hijo de sus propias circunstancias. Hay que cuidar que las grandes causas no se conviertan en un instrumento de intereses sectoriales", señaló.

Emma Bonino, comisario de la Comisión Europea para Ayuda Humanitaria, destacó al concluir la conferencia que de la misma surgió el consenso de respaldar la creación del tribunal pero advirtió que en otros lugares existen enemigos desembozados pero también ocultos.

Algunos de ellos, dijo Bonino, tienen un doble discurso y se ocultan detrás de formalidades legales.

"A ellos hay que hacerles sentir nuestra presión para que el fin del siglo nos encuentre no sólo con los horrores de Auschwitz y Bosnia, sino también con un instrumento para combatir el resultado de esas situaciones", destacó. (FIN/IPS/rr/dg/ip-hd/97). —

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