CUBA: Sanciones estadounidenses preocupan a empresas de Miami

Las sanciones que pretende imponer la comunidad cubana en Florida, Estados Unidos, al comercio con Cuba, preocupa a empresarios y sectores no hispanos de la zona, que prevén consecuencias negativas para la economía local.

El problema radica en una "versión local" de la ley federal Helms-Burton, que sanciona a empresas no estadounidenses que tienen negocios con el gobierno de Fidel Castro, vigente en el condado de Dade, al cual pertenece la ciudad de Miami.

En 1996, los consejales del Consejo del área metropolitana de Dade (Metro-Dade) refrendaron una ordenanza que prohibe al gobierno del condado realizar negocios con organizaciones que mantengan vínculos con Cuba.

La norma fue en gran medida ignorada hasta la celebración en septiembre del Espectáculo de Música de América Latina y el Caribe.

El gobierno local aportó 500.000 dólares cuando la firma Reed Midem, de Francia, accedió a organizar el acontecimiento anual en Miami por un período de cinco años. El beneficio económico para el condado se estimó entre 120 y 150 millones de dólares.

Pero cuando Reed Midem intentó contratar a artistas de Cuba, como lo había hecho en anteriores presentaciones de éxito en Cannes y Hong Kong, el condado de Dade intentó aplicar la norma contra Castro. La firma francesa amenazó con trasladar el espectáculo a otra parte.

La funcionaria encargada de artes de Metro-Dade, Peggi Mckinley, recomendó que se levantara la ordenanza, citando causas económicas.

"No sería beneficioso para la comunidad que se permita que el punto de vista político de algunas personas rija sobre el potencial crecimiento económico de la zona", declaró en una reunión del Consejo de Cine, Televisión y Prensa de Metro-Dade.

Su comentario fue considerado "inadecuado" y los consejales del condado, con un solo voto en contra, decidieron cesarla.

Desde entonces, el condado y Reed Midem llegaron a un acuerdo. Una corporación privada compuesta por personas de las industrias del entretenimiento y el turismo se creó para sustituir a la Oficina de Convenciones y Visitantes del Gran Miami, la agencia que se encargaba del asunto.

La nueva corporación se hará cargo del contrato de la Oficina con Midem y recaudará los fondos que, de otra manera, debería haber aportado el gobierno del condado. Aunque no se realizó un anuncio oficial, se supone que los artistas y funcionarios cubanos serán invitados para el próximo espectáculo.

La transacción parece haber satisfecho a todas las partes. Pero la intención de las autoridades de Dade de aplicar una norma similar a la Helms-Burton generó inquietud entre empresarios y otras personas que no comparten el ánimo anticastrista de algunos sectores de la comunidad cubano-estadounidense.

Miami es considerada como un centro para empresas y organizaciones que desean realizar negocios en la región.

En una reciente entrevista con IPS, el nuevo cónsul general de Trinidad y Tobago en la ciudad, Chandradath Singh, describió a la urbe como una "especie de puerta para el comercio del Caribe y América con una ubicación clave en esa conexión".

Varias conferencias importantes de comercio, turismo e inversión, competencias deportivas y acontecimientos culturales se realizan en Miami, lo que genera miles de millones de dólares en ingresos y negocios paralelos, así como miles de empleos para Florida y el condado de Dade.

Pero muchas organizaciones responsables de esta actividad tienen conexiones directas o indirectas con Cuba. Por ejemplo, el Torneo de Tenis Lipton, que se realiza cada año en el Complejo Key Biscayne, recauda importantes ingresos. Unilever, firma relacionada con Lipton, tiene lazos comerciales con La Habana.

Además, la Conferencia de Turismo Pow Wow, cuya celebración en Miami está prevista para 1999, congregaría a más de 5.000 agentes y empresas de turismo de todo el mundo. Varias de estas compañías internacionales venden paquetes turísticos a Cuba o están relacionadas con firmas que lo hacen.

El diario Miami Herald informó recientemente que la convención de la Sociedad Estadounidense de Agentes de Turismo, uno de los acontecimientos internacionales más grandes de la industria turística, está considerando al condado de Dade como posible sede para el encuentro en el año 2003.

La aplicación de la norma sería problemática en este caso.

También existe la situación del puerto de Miami. Mientras el embargo estadounidense prohibe el traslado directo de productos a Cuba, varias de las compañías que utilizan el puerto mantienen vínculos directos o indirectos con La Habana.

Fuentes locales aseguran que empresas del condado de Dade comercian con Cuba a través de terceros. Un funcionario de comercio local estima que productos por más de 100 millones de dólares salen del puerto de Miami hacia la isla del Caribe cada año.

No parece probable que la situación amilane a los anticastristas y existen señales de que pretenden que la norma se aplique con mayor severidad. El administrador del condado, Armando Vidal, estaría investigando la supuesta conexión entre Lipton, Unilever y Cuba.

El consejal cubano-estadounidense de Metro-Dade Javier Souto solicitó una revisión de la situación y prometió "medidas apropiadas" si se comprueba que se violó la norma del condado.

Souto, presidente del comité de Turismo, Recreación y Cultura del Consejo, reconoce que la aplicación de la ordenanza tendría consecuencias problemáticas, pero insiste que la misma se debe llevar a cabo sin importar los riesgos económicos.

"No podemos cambiar dinero por valores, algunas cosas no pueden comprarse ni venderse", manifestó. Souto y sus partidarios parecen contar con la aprobación de la mayoría, pero no el consenso.

El capítulo de Florida de Personas por la Vía Estadounidense, organización que defiende las libertades civiles, recomendó a la comunidad cubano-estadounidense que busque modos efectivos pero menos costosos para conseguir sus metas.

Aunque se debe "mantener la presión sobre Cuba, la comunidad debe sopesar lo que le estamos negando a Castro frente a lo que le estaríamos negando a Miami", advirtió Lisa Versaci, portavoz de la organización.

Incluso algunos militantes parecen preocupados por las ramificaciones económicas de la ordenanza. La Fundación Nacional Cubano-Estadounidense aprobó la transacción que permitió que Midem permaneciera en Miami, a pesar del evidente rodeo del espíritu de la norma. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/aq/ip if cr/97

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