La máxima dirección del gobernante Partido Comunista de Cuba dio este viernes un duro golpe a la burocracia en sus propias filas al proponer una severa reducción de los miembros efectivos de su Comité Central.
El segundo secretario del partido, general de Ejército Raúl Castro Ruz, presentó la propuesta de reducir el órgano de dirección partidista de 225 efectivos a sólo 150 para una representatividad de un miembro por cada 5.200 militantes.
Los nuevos tiempos "requieren de órganos de dirección más pequeños, ágiles y capaces de poder ser convocados en breve tiempo para adoptar rápidamente las decisiones que se requiren", afirmó el también ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y hermano del presidente Fidel Castro.
Castro definió el Comité Central como un órgano de trabajo colectivo para el análisis y la toma de decisiones estratégicas y otras cuestiones importantes de la lucha ideológica, de la vida nacional y de la política exterior.
Aprobar al nuevo Comité Central, que a su vez debe elegir al Buró Político del PCC, son dos de las funciones más importantes del congreso comunista que sesiona en el Palacio de las Convenciones de La Habana desde el miércoles hasta este viernes.
Los 1.500 delegados al foro, en representación de 780.000 militantes, aprobaron una resolución política y otra económica que trazan la estrategia política y económica que seguirá el país en los próximos cinco años.
La reunión de los comunistas cubanos dedicó la mayor parte de su tiempo al debate sobre la situación económica de la isla y sus perspectivas, en medio de una difícil coyuntura de las finanzas externas.
Con una deuda externa de alrededor de 11.000 millones de dólares y el riesgo extra que impone la ley estadounidense Helms- Burton, Cuba se ve imposibilitada de acceder a los créditos blandos necesarios para mantener la reanimación de su economía.
En esta situación, considerada como "hipercrítica" por analistas y autoridades, el quinto congreso del PCC ratificó la decisión del foro anterior de otorgar "facultades excepcionales" a su Comité Central para tomar decisiones.
Pero para que el Comité Central pueda ejercer verdaderamente esas funciones tiene que tener un número más reducido de integrantes que, entre otras cosas, facilite cualquier reunión urgente.
Castro aseguró que la integración de ese órgano no debe descansar únicamente en la representitividad sino también y fundamentalmente en la capacidad para cumplir funciones que se esperan del Comité Central.
El segundo secretario del PCC afirmó que el principio de renovación debe continuar aplicándose como una forma de garantizar el relevo de los dirigentes históricos de la Revolución.
La máxima dirección del Partido Comunista de Cuba está integrada en lo fundamental por tres generaciones de militantes: los que hicieron la Revolución, los representantes de una generación intermedia y los más jóvenes, cuyas edades oscilas entre los 30 y 40 años. (FIN/IPS/da/dg/ip/97