El Buró Político del Partido Comunista de Cuba, en el que participan representantes de varias generaciones, podría enfrentar una renovación parcial este mes, durante la celebración del quinto congreso.
Contra la experiencia que en buena medida caracterizó al socialismo en Europa, los comunistas cubanos abrieron paulatinamente ese órgano de dirección a dirigentes más jóvenes.
En correspondencia con esa política, y en otro intento por garantizar lo que se ha llamado oficialmente "la continuidad histórica" de la Revolución Cubana, no se descarta una nueva oleada renovadora.
El quinto congreso del Partido Comunista, previsto del 8 al 10 de este mes, tendrá entre sus funciones elegir al Comité Central, integrado actualmento por 220 miembros.
El Comité Central elegirá al Buró Político, un selecto órgano de 25 dirigentes que ejerce la máxima autoridad ejecutiva en este país caribeño y para cuya conformación se tienen en cuenta tanto estatutos como normas no escritas.
"Seríamos verdaderos miopes si no le prestáramos especial atención a estos problemas", comentó el presidente Fidel Castro en una entrevista concedida a los periodistas estadounidenses Jeffrey Elliot y Mervin Dymally hace más de 10 años, en una de las pocas ocasiones en que se ha referido al tema.
Ya en 1985 Castro consideraba que había que "nutrir constantemente al Partido y al Estado de gente joven" que permitieran continuar la política de la Revolución más allá de la generación que la llevó al poder.
Por su parte, dirigentes juveniles de organizaciones políticas y de masas cubanas insisten en evadir cualquier imagen de contradicción generacional dentro de la dirección cubana, con un discurso que asegura que "el problema no es la edad", sino "tener el alma joven".
Como ya es habitual, el tema de la promociones no es fruto de especulaciones en la prensa cubana monopolizada por el Estado, pero la polémica pública sobre quiénes dirigirán el único partido legal en la isla después del congreso se inició el mismo día de su convocatoria, en abril pasado.
Los expertos incluyen también en sus análisis las predicciones sobre las elecciones para la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), previstas para enero próximo.
El nuevo parlamento elegirá a su vez a los miembros de los consejos de Estado y de Ministros, presididos en la actualidad por Castro, quien es también comandante en jefe de las fuerzas armadas y primer secretario del Partido Comunista.
La principal expectativa se centra en el posible ascenso de Carlos Lage, un médico de 45 años que se ha convertido en el principal ejecutor de la política económica como secretario ejecutivo del Consejo de Ministros.
La mirada se vuelve con insistencia hacia un grupo de personas de entre 30 y 40 años, que encabezan las direcciones del Partido Comunista en varias provincias del interior y cuyo trabajo ha sido reconocido por los máximos dirigentes nacionales.
Se trata de cuadros políticos que provienen de la Unión de Jóvenes Comunistas, una organización partidista considerada oficialmente "la cantera" del Partido.
A su favor tienen más que el dinamismo de la juventud. Evaden el discurso en base a consignas que caracterizó en el pasado a muchos dirigentes políticos cubanos, son graduados universitarios y exhiben un nivel de vida similar al de la mayoría de la población.
También existe expectativa sobre el futuro de un reducido grupo de tecnócratas que en los últimos años han ido ocupando una posición destacada en la dirección de la economía cubana.
El quinto congreso del Partido Comunista debe aprobar la estrategia económica de Cuba para los próximos años, un área prioritaria por la persistencia de la crisis económica y la difícil situación de las finanzas externas del país.
El Partido Comunista está considerado la "fuerza rectora de la sociedad cubana" y tiene más de 700.000 miembros que eligieron a 1.500 delegados para que los representen durante su quinto congreso.
Además de Fidel Castro y su hermano Raúl, ministro de las Fuerzas Armadas, integran la dirección del Partido Comunista varios veteranos de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-59), ministros, generales, parlamentarios, un representante de la central sindical y una científica. (FIN/IPS/da/ag/ip/97