Los pequeños estados que constituyen el grueso de la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth) exigen que la agrupación apoye sus esfuerzos por sobrevivir en un mundo crecientemente globalizado y dominado por trasnacionales.
Las opiniones de las pequeñas naciones, que representan 32 de los 54 miembros de la comunidad, fueron presentadas este sábado a la reunión de jefes de gobierno de la Commonwealth, en curso en Edimburgo, bajo la forma de un informe del Grupo de Acción Ministerial.
Los pequeños estados mostraron un grado de consenso ausente en otros grupos que debaten sobre derechos humanos y democracia, y obtuvieron el apoyo de países industrializados y en desarrollo.
En casi todas las áreas problemáticas, desde la descarga de desechos tóxicos hasta el cambio climático, el crimen y el narcotráfico, estas pequeñas naciones son mucho más vulnerables que otros países en desarrollo.
Los pequeños estados exhortaron a "una mayor movilización de recursos de todas las fuentes" para ayudarlos a afrontar los costos del ajuste a los nuevos regímenes internacionales de comercio.
Así mismo, desean participar plenamente en la negociación de acuerdos comerciales internacionales como el tratado sucesor de la Convención de Lomé, un pacto comercial y de ayuda entre la Unión Europea (UE) y naciones de Africa, el Pacífico y el Caribe (APC).
Países grandes y pequeños de la Commonwealth expresaron preocupación sobre recientes resoluciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), especialmente la que declaró la ilegalidad del sistema preferencial de importación de banano de países de APC a mercados europeos.
Los pequeños estados pretenden ahora que la UE sustituya las preferencias por "acuerdos transitorios compatibles con las normas de la OMC", para amortiguar el impacto de la medida. Gran Bretaña asumirá la presidencia rotativa del bloque europeo el próximo año.
Las ex colonias que tienen una fuerte dependencia de la exportación de banano reclaman también asistencia técnica para diversificar sus economías.
Algunos líderes destacaron los esfuerzos y los fondos de la UE para subsidiar y mantener el empleo interno, principalmente en el sector agrícola.
"Es paradójico que mientras ciertos países industrializados demuestran gran sensibilidad hacia sus sectores vulnerables como la agricultura y la industria textil, y aplican en ellos una liberalización muy leve, insisten en la inmediata liberalización de sectores vulnerables de países pobres", dijo a la cumbre Percival Patterson, primer ministro de Jamaica.
"La decisión de la OMC sobre los bananos es uno de esos desafortunados ejemplos, que expone a las economías agrícolas de las pequeñas islas caribeñas y a sus agricultores a la inmediata eliminación del apoyo preferencial en favor de gigantescos productores trasnacionales", agregó.
La resolución de la OMC fue adoptada por iniciativa de Estados Unidos, en defensa del comercio de bananos de sus empresas trasnacionales en América Central.
Los primeros ministros de las islas de Barlovento, cuyas economías dependen principalmente de la exportación de bananos, exhortaron a la UE a cumplir las obligaciones asumidas en los acuerdos de Lomé y continuar apoyando la industria bananera del Caribe. (FIN/IPS/tra-en/ds/ml/ip-if-dv/97