La Iglesia Católica de Colombia declaró hoy que comprende la decisión de muchos ciudadanos amenazados por los grupos armados de no participar en las elecciones departamentales y municipales de este domingo.
El Comité Permanente del Episcopado expresó en un comunicado que respeta "con profunda angustia la decisión" de renunciar a su candidatura o de no votar tomada por quienes han sido objeto de amenazas "reales e injustas".
El Episcopado condenó el secuestro de dos delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA), cautivos desde el jueves del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El ELN aseguró que los secuestrados, el chileno Raúl Martínez y el guatemalteco Manfredo Marroquín, qe integran un grupo de 36 observadores de las elecciones enviados por la OEA, serán liberados después de los comicios.
Así mismo, el Episcopado condenó un episodio que afectó al l obispo de la sureña arquidiócesis de Ariari, Héctor López, que el viernes fue retenido durante algunas horas, supuestamente por el ELN, cuando se encontraba en misión pastoral.
El gobierno aseguró que, pese a esas acciones de la guerrilla, "no han meguado el interés de los colombianos" en las elecciones.
El Comité Evaluación Electoral, que se reunió con el presidente Ernesto Samper, señaló que "existe entusiasmo por la justa electoral", a pesar de la presión n intimidatoria de la guerrilla y la alteración del orden público en algunas regiones.
Por su parte, Samper afirmó que "todo está preparado para esta cita con la democracia" y habrá elecciones "en todos los municipios del país, "con las dificultades de siempre en los municipios de siempre".
En mensaje por televisión, Samper invitó también a los colombianos a pronunciarse masivamente por el "mandato por la paz" que promueve un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) paralelamente al acto electoral.
"Vamos a demostrar a los violentos que lo que queremos es una Colombia en paz, que somos mayoría y que sus prácticas" no hallarán respaldo, dijo el presidente. (FIN/IPS/yf/ff/ip/97