Una reciente sentencia judicial podría abolir la "esclavitud" a que son sometidos los profesionales del fútbol en Colombia por parte de los clubes, que adquieren por contrato la titularidad de sus pases.
El fallo de la sala laboral del tribunal de Bogotá se produjo como resultado de una demanda presentada por Carlos González, un ex futbolista ahora especializado en derecho público, y otros cuatro jugadores en actividad.
La decisión judicial se tomó en base a otra demanda que González y su colega Felipe de Vivero habían presentado ante la Corte Constitucional contra la norma 181, conocida también como Ley del Deporte.
Los demandantes argumentaron que la ley violaba los derechos de los futbolistas profesionales, a quienes no se les permitía vender libremente su fuerza de trabajo, como a cualquier trabajador, por pertenecer su pase a determinado club.
González afirmó que la decisión marca "un precedente histórico porque es la primera vez que un tribunal en el mundo hace un pronunciamiento de este tipo", y sostuvo que enfrenta "la reglamentación que la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) ha establecido sobre derechos deportivos.
El ex futbolista dijo a IPS que tras haber dejado el equipo Millonarios, uno de los dos existentes en la capital colombiana, comenzó a trabajar la iniciativa como parte de la tesis con que obtuvo su título de abogado.
Posteriormente presentó un recurso de tutela (que resguarda los derechos fundamentales de los individuos) ante el tribunal que, con ponencia del magistrado Alejandro Martínez, afirmó que "los jugadores de fútbol pueden ser titulares de sus derechos deportivos mediante un contrato de trabajo".
El fallo provocó toda clase de reacciones en el ámbito futbolístico de Colombia, que cada domingo congrega a miles de seguidores en sus estadios.
Pese a que la mayoría de los futbolistas de los 18 clubes profesionales del país se mostraron escépticos ante lo que interpretaron como "una medida temeraria", los alcances legislativos de la norma ya comenzaron a dar sus resultados.
Bajo la orientación de González, los jugadores Alex Fernández, León Atehortúa, Andrés Botero y Miller Durán, quienes lo acompañaron en su demanda de tutela, pidieron al Deportivo Independiente Medellín, uno de los tres clubes de esa ciudad del noroeste, el restablecimiento de sus derechos laborales.
Tras el fallo, los directivos de Independiente se vieron obligados a restablecer sus derechos a los cuatro futbolistas que se desempeñan como defensas en el equipo.
No obstante, el club manifestó en un comunicado de prensa que buscará la menara de defenderse de lo que consideran "un atropello" a la tradición futbolística.
Según González, este es el primer caso que se conoce como resultado de un proceso de liberación que se viene gestando en el mundo del fútbol.
En este proceso se destaca el movimiento que lidera el jugador argentino Diego Maradona en favor de la creación de un sindicato de futbolistas, que está encaminado a terminar con el control que los clubes ejercen sobre los deportistas.
En Brasil, el ministro de Deportes, Edinson Arantes do Nascimento, Pelé, ha presentado un proyecto de ley que busca deslindar los derechos deportivos de los jugadores y los clubes, a partir de los 25 años del futbolista.
De esta manera, el club quedaría retribuido por la inversión que hizo en la formación de estos profesionales que son reclutados en su gran mayoría desde muy temprana edad.
El ministro del Trabajo y Seguridad Social colombiano, Iván Moreno, presentó el 4 de septiembre el Estatuto Laboral del Deportista Profesional, que reglamenta la actividad deportiva en el área laboral, y que recoge el sentido del fallo judicial.
Según Moreno, el ministerio a su cargo vigilará también estrictamente el cumplimiento de la ley 100 de 1993, que se refiere a los aportes que los clubes deben hacer en materia de seguridad social en favor de sus jugadores.
Para el analista José Martínez, coordinador de deportes de Radio Cadena Nacional, el fallo judicial es importante porque libera al jugador de las presiones y exigencias de los clubes.
Los judadores colombianos, que hasta la promulgación del fallo habían sido transferidos o cedidos en calidad de préstamo como mercancía por los clubes propietarios de sus pases, tienen ahora con qué defenderse en una actividad en la que se mantienen activos poco más de 10 años como promedio.
La decisión judicial afecta, además de los clubes profesionales, a los intermediarios que negocian los pases de los jugadores de fútbol. .MDNM/(FIN/IPS/yf/dam/if-cr/97
