Congresistas oficialistas e indepedientes criticaron hoy el presupuesto del gobierno colombiano para 1998, que comprende una reducción del gasto social y un aumento de los fondos destinados a seguridad.
El nuevo presupuesto, estimado en 38.000 millones de dólares (cerca de 20 por ciento más que en 1997) presenta en su distribución 1.765 millones de dólares para el gasto social mientras que para las Fuerzas armadas fueron aprobados 3.600 millones, que representan 4,5 del producto interno bruto (PIB).
El gasto social, que comprende la inversión en agua potable, educación, cultura y vivienda, fue rebajado en 122 millones de dólares respecto a 1997.
Para el senador Ricardo Lozada, del gobernante Partido Liberal (PL), el proyecto aprobado por el Congreso va en contravía del lema del gobierno que afirmaba que éste sería "el tiempo de la gente" por el énfasis que se haría en la inversión social.
Lozada llamó la atención respecto al rubro de la vivienda de interés social (para familias con ingresos de menos de cuatro salarios mínimos, 680 dólares) que pasó de 139 millones de dólares en 1997 a 127 el año próximo.
Contrariamente, mientras se redujo la inversión para dos millones de familias que carecen de techo propio se aprobaron gastos para la Presidencia de la República por 42 millones de dólares en funcionamiento y pago de nóminas, un aumento de 38 por ciento respecto a 1997.
Los senadores independientes Jimmy Chamorro y Marcelo Torres afirmaron que el presupuesto aprobado "no atiende las necesidades del país".
En relación con críticas formuladas al incremento del gasto militar, el ministro de Hacienda, José Ocampo, afirmó que el monto aprobado es razonable y son los recursos que requieren las Fuerzas Armadas para comenzar 1998.
La Comisión del Gasto (órgano de consulta del gobierno integrado por representantes del sector privado) había recomendado frenar el gasto militar y favorecer un uso racional de los recursos asignados en ese terreno.
Con el argumento de que hay que combatir a la subversión el gobierno ha incrementado el gasto militar desde 0,8 por ciento del PIB en 1985 a 2,7 en 1995. (FIN/IPS/yf/dg/ip-if/97