Las Fuerzas Armadas de Colombia y el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron hoy el cese al fuego que permitirá la liberación de dos observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) retenidos el viernes 23.
La entrega de los observadores -el chileno Raúl Martínez, y el guatemalteco Manfredo Marroquín, retenidos por el ELN con el colombiano Juan Ardila, está prevista para este sábado en un lugar del noroccidental departamento de Antioquia que no ha sido divulgado.
Por disposición del gobierno de Ernesto Samper, el Ejército se limitará a cumplir con sus labores de vigilancia en el área convenida, informó el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Manuel Bonett.
Para el alto al fuego, que regirá hasta el próximo lunes, así como para el acuerdo para la liberación que culminó este jueves, se nombró una veeduría integrada por cuatro representantes de la OEA y cuatro miembros de la Comisión Nacional de Conciliación (CNC), que promueve una solución negociada del conflicto armado.
El acuerdo para la liberación de los retenidos se logró con la intervención de una comisión mediadora encabezada por el asesor presidencial para la paz, José Noé Ríos, y los comandantes del ELN Francisco Galán y Felipe Torres, recluidos en la Cárcel de Itaguí, en Antioquia.
Galán, quien indicó que la Defensoría del Pueblo acompañará la labor de verificación en los aspectos operativos, dijo que los procedimientos para la liberación de los retenidos ya están acordados, por lo que se espera que la entrega se cumpla este sábado sin contratiempo.
El jefe guerrillero añadió que la liberación de los retenidos es "una acción humanitaria" para la que el ELN sólo exigió que se garantice su seguridad.
En este sentido, la ministra de Relaciones Exteriores, María Ema Mejía, dijo que el acuerdo es un hecho positivo, ya que se logró "sin condicionamientos de ningún tipo".
Luis Valencia, experto en temas de violencia de la Universidad de los Andes, dijo a IPS que la retención de los dos observadores de la OEA fue utilizada por el ELN para criticar ante la comunidad internacional un proceso electoral que calificaron de antidemocrático.
En las elecciones del domingo pasado para gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, el gobernante Partido Liberal obtuvo más del 70 por ciento de los votos, el Partido Conservador cerca del 20 por ciento.
El líder del ELN, el ex sacerdote español Manuel Pérez, afirmó que la retención de Marroquín, Martínez y Ardila, funcionario de la oficina de Derechos Humanos de la gobernación de Antioquia, se produjo dentro del "paro armado" que declaró el grupo guerrillero para boicotear las elecciones.
Según el ELN, el gobierno no atendió su pedido de suspender las elecciones y convocar una "convención nacional" para debatir la crisis que vive el país y buscar soluciones "que conduzcan a la paz y la justicia social".
El ELN criticó también la misión de los 36 delegados que envió la OEA para las elecciones de gobernadores, alcaldes, concejales y diputados, al considerar que se atendió sólo el pedido unilateral del gobierno colombiano, sin tener en cuenta a la guerrilla que también es parte del conflicto.
Los observadores de la OEA fueron desplazados a las zonas en las que la guerrilla había anunciado que sabotearía las elecciones y no a las que operan los grupos paramilitares de derecha, señalaron analistas.
Este viernes, el grupo de observadores de la OEA afirmó que aguarda con optimismo el regreso de Martínez y Marroquín, y anunciaron que regresarán a sus países en cuanto se cumpla la liberación de los dos compañeros retenidos.
Los observadores de la OEA serían entregados a la CNC y también estarán presentes representantes de la gubernamental Comisión de Paz de Antioquia, de la Cámara de Diputados y del Comité Internacional de la Cruz Roja. (FIN/IPS/yf/ag/ip-hd/97