Dos experiencias piloto en la atención de niños en situación de calle de la capital de Brasil, luego de dos años de trabajo, arroja notables resultados en la recuperación integral de estos menores.
Las agencias estadounidenses Usaid y Pomar, esta última ligada al Congreso, se interesaron por la tarea encargada por el instituto de Promoción Educativa del Menor (Proen) y la Escuela de Niños y Niñas del Parque, y ya comprometieron su apoyo financiero al proyecto.
Estos dos centros educativos ubicados en el Parque de la Ciudad son las únicas instituciones en este país que desarrollan un proyecto integral en el área, generando las condiciones para que los menores abandonados salgan de las calles y reciban asistencia educacional y de salud.
"El colegio es el verdadero lugar de estos niños", explicó la directora de la escuela del Parque, Palmira Vanacor, al recibir un aporte de 58.000 dólares de las agencias estadounidenses.
Según los planes en curso de ese centro educacional, los recursos, que serán entregados en cuatro cuotas durante los próximos dos años, se utilizarán para montar un circo que desarrollará actividades lúdicas para los alumnos.
Por su parte, el instituto Promoción Educativa del Menor instrumentará un programa formativo de armado y mantenimiento preventido de computadoras para sus 224 alumnos, con los 30 mil dólares que proveerán las entidades estadounidenses.
Los métodos pedagócicos utilizados para atraer a los niños de la calles de Brasilia son bien diferentes a los tradicionales, según explica la directora Vanacor.
"Cuando un niño o un adolescente llega al local escolar no va directo al aula, sino que se inicia realizando actividades deportivas que facilita la integración con los demás alumnos. Luego se le realiza una evaluación para saber que orientación eductiva se le puede ofrecer", indica la profesora.
La escuela del parque, que funciona desde 1995 con apoyo de entidades privadas, atiende actualmente a alrededor de 60 niños y adolescentes que cursan desde primer a octavo grado de la enseñanza primaria.
El centro de Promoción Educativa del Menor, a su vez, cuenta con 224 alumnos a los que se les suministra formación escolar e informática.
La directora del Proen, Cristina Vieira de Almeida, indica que "lo primero que se hace cuando llegan los niños de la calle es trabajar sobre su autoestima y, en seguida, alguno de ellos se torna en gestor de su propio proceso pedagógico, una vez que descubre que aquí no tiene reprovación".
Paralelamente a estas actividades didácticas, los alumnos participan de cursos en xilografía, música, capoeira y natación, tareas éstas que ayudan a rescatarlos para la convivencia escolar.
Las experiencias recogidas en los dos años de actividad de estos centros, indica que la gran mayoría deja la calle, abandona el consumo de drogas y recupera su autoestima. Ejemplo de ello es que 70 por ciento de quienes se formaron en informática ya están colocados en el mercado de trabajo. (FIN/IPS/mom/dam-mj/pr/97