El gobernador de Brasilia, Cristovan Buarque, aspira a exportar a los demás estados de Brasil las experiencias recogidas en materia ambiental por su administración, tras la puesta en práctica de varios proyectos laborales y estrcuturales con resultados muy positivos.
Uno de ellos se refiere al proyecto denominado "carrozas verdes", que congrega a trabajadores desempleados de las ciudades más pobres del Distrito Federal, en la recolección selectiva de residuos domicliarios.
En el marco de la Conferencia Nacional de Educación Ambiental, que convocó a más de 1.000 educadores del área de todo el país, el jerarca estadual invitó a conocer algunos proyectos que lleva adelante su gobierno para combatir el desiquilibrio ecológico en la zona.
Según explicó, Brasilia quiere ser la capital de la Agenda 21, en referencia a las decisiones adoptadas en la cumbre mundial Río 92, que recomienda a los gobiernos comunales a incentivar el desarrollo sustentable.
Entre otras acciones novedosas emprendidas por la gobernación federal, se destaca la Escuela de la Naturaleza, el primer centro brasileño de referencia en educación ambiental, que funciona en el Parque de las Ciudades desde 1996.
También la experiencia pionera que puede ser aprovechada por otros estados es la realizada por la Compañía de Agua y Desagüe del Distrito Federal en su lucha contra el desperdicio del agua potable.
En sólo tres años de campaña logó controlar las pérdidas, de tal forma que actualmente abastece 25 por ciento más de usuarios con el mismo volumen de agua apta para el consumo que utilizaba al comienzo del proyecto.
"Esa economía, al mismo tiempo que abarató el costo de la distribución y rebajó el valor de las tarifas, permitió cuidar las reservas naturales con que cuenta la región", afirmó el gobernador Buarque. (FIN/IPS/mom/dam-mj/en/97
