/CIUDADES DEL MERCOSUR/ ARGENTINA: La música popular rindió homenaje al Che y a la utopía

Músicos como Daniel Viglietti, Silvio Rodríguez, Chico Buarque o Víctor Heredia asumieron el desafío de estar a la altura de la emoción que flotaba en el homenaje a Ernesto Che Guevara en un colmado estadio de la capital de Argentina este miércoles.

Ningún político, ni aún el único de un partido de izquierda de Argentina que intentó hablar y fue abucheado, pudo capitalizar esa convocatoria de gente de todas las edades, y que superó las expectativas de los organizadores por su deseo de estar presentes en el homenaje por los 30 años de la muerte del guerrillero.

"¿No hay una valla más baja para los veteranos de los 70?", suplicaba a los porteros del estadio un hombre de 50 años que había venido con su familia y no podía entrar por el embudo humano que se formaba en la entrada.

"Un poco de respeto a los sobrevivientes, que vivimos en la época del Che", pedía su esposa, pugnando por no quedarse afuera.

Adentro, los asistentes al recital-homenaje formaban un grupo tan heterogéneo que era imposible intentar una clasificación.

Niños en brazos, adolescentes de diferentes "tribus" y clases sociales, jóvenes parejas que se besaban transportadas a Woodstock, gente de 50 años y más, con sus hijos, y hasta con sus padres.

Algunos partidos de izquierda, que hoy en Argentina no alcanzan a uno por ciento del electorado, fueron con sus banderas, pero no abundaron las consignas políticas.

Solo se escucharon algunas contra el presidente Carlos Menem, otras de saludo a Cuba con la entrada de Rodríguez, y una clásica del retorno a la democracia pero insólita hoy: "El que no salta es militar".

Un grupo de Madres de Plaza de Mayo se hizo presente con la pancarta que rezaba "ni un paso atrás", sumándose así a la memoria del guerrilero que murió asesinado un 9 de Octubre.

Y es que el homenaje tuvo mucho de nostalgia. El uruguayo Viglietti, que sorprendió por su cabello encanecido a un grupo de adolescentes que lo creían más joven por sus letras, encendió las pasiones con la vieja "A desalambrar".

Lo mismo consiguió el argentino Heredia con sus éxitos de los 80 como "Todavía cantamos", coreada como un himno, o "Sobreviviendo".

No se puede inferir que las 40.000 personas que llenaron el estadio del club Ferrocarril Oeste están pensando en irse a los montes, tomar las armas y rebelarse en el sentido y la forma en que lo hizo el Che.

Un dirigente sindical de 37 años comentó a IPS que fue al recital porque adhiere a la idea del "hombre nuevo" del Che.

Pero al consultarlo sobre la revolución, aclaró que hoy "ser revolucionario es trabajar, estudiar", y, en su caso, "ser un dirigente honesto", todas reivindicaciones que el guerrillero hubiera calificado de "pequeñoburguesas".

"Yo no milito en ningún partido y creo incluso que en estos momentos la cosa no pasa por ahí. Los dirigentes políticos cambian de idea cuando llegan al gobierno, y lo mismo hacen los sindicalistas con más peso, por eso yo estoy muy desengañado de la política", añadió antes de seguir atento a los músicos.

Una mujer de 41, desde el campo, acompañaba a Heredia en la letra de "…la gente duda en empezar la tarea dura de cosechar. Lo poco que queda se va a perder si como le digo no ponemos fe, y celeridad…". Pero de política ni hablar.

"Yo milité cuando tenía 20 años y muchos ideales. Ahora, el monstruo me aplastó y no quiero saber nada con los políticos. Pero hoy quería traer a mis hijos para que vean cuáles fueron esos ideales de su madre, nada más", dijo a IPS la mujer, entre emocionada y enojada ante la pregunta.

Al final, un grupo de chicas de 20 años comentaba que "faltó que los músicos hablaran un poco más del Che". "No dijeron nada", protestaban. Si algo no hubo en este homenaje, fueron discursos.

El único que lo intentó fue el secretario general del Partido Comunista argentino, Patricio Echegaray, y no pudo imponerse al abucheo.

El recital, del que también participaron el pianista Miguel Angel Estrella, el cubano Santiago Felií, el español Luis Eduardo Aute y el poeta Hamlet Lima Quintana, había sido precedido de un seminario internacional sobre el Che, realizado en Rosario, su ciudad natal.

Allí estuvieron el biógrafo del Che Jon Lee Anderson, el profesor Michael Lowy, de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, el sociólogo estadounidense James Petras y el brasileño Frei Betto, director de la revista América Libre que organizó los dos eventos.

Para Lowy, "no hay que buscar recetas políticas en el Che, sino en su espíritu ético, en su discurso revolucionario, en la concepción de lo que es el socialismo, la idea de una moral comunista".

Pero para el público del recital, no solo era evidente que no había recetas sino que aun algunas certezas de quienes siguen a Rodríguez y su guitarra como a un gurú se quiebran cada vez que el poeta crípticamente critica a Cuba, para muchos latinoamericanos último reducto de la utopía.

"La oveja negra que perdió su rebaño" fue uno de los temas que Rodríguez presentó como una metáfora del Che y sus ideas renovadoras dentro de lo que llamó como "movimiento revolucionario". Se refería a las diferencias entre el Che y el presidente de Cuba, Fidel Castro.

El público parece sentir que los músicos que protagonizaron el homenaje y lograron realmente evocar el espíritu guevariano en algunos instantes, no los traicionan. Al contrario, cantan los mismos temas que hace 20 años y resultan coherentes.

En cambio, como si fuera en otro país muy lejano, los políticos en campaña para las elecciones legislativas de este mes intentaron usar la figura del Che para sumar votos.

El gobierno ordenó imprimir medio millón de estampillas con el rostro del Che, y convocó a una misa en memoria del guerrillero.

Los partidos de oposición tampoco tomaron clara posición sobre el Che, sino que más bien intentaron eludir los homenajes para no tener que pasar por el incómodo momento de diferenciarse de un hombre que ya ingresó en la categoría de mito, no solo por su inmolación final sino por el compromiso en vida con sus ideales.

"Dicen que no estás muerto", cantaba Viglietti,"…dicen que ahora viven en tu mirada, sosténlos, que no se caigan, no son sólo memoria, son vida abierta, camino que empieza. Cantan conmigo, conmigo. cantan", entonaba el uruguayo para el Che, como si fuera un rezo, y los jóvenes lo ovacionaban. (FIN/IPS/mv/dg/ip pr cr/97

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