La ola de protestas que acompañó hoy la reunión en esta capital del presidente Bill Clinton y su par de China, Jiang Zemin, evidenció una creciente oposición en Estados Unidos al "compromiso constructivo" de Washington con Beijing.
Varios activistas se agolparon frente a la Casa Blanca, donde Clinton y Jiang mantenían su entrevista, para censurar la actitud de Beijing en materia de derechos humanos y lo que consideran la débil reacción de Washington.
El senador Paul Wellstone, uno de los legisladores demócratas que se oponen a la política de Clinton hacia China, solicitó al presidente que exija a su visitante la liberación de prisioneros políticos y la supervisión internacional de las cárceles chinas.
"Estamos a favor del compromiso constructivo, no del compromiso destructivo", declaró Wellstone.
Clinton y la secretaria de Estado Madeleine Albright aseguraron en las últimas semanas que presionarían a Jiang y a su comitiva de 80 personas por un mejoramiento de la situación de los derechos humanos en China.
Sin embargo, activistas y legisladores expresaron malestar ante lo que consideran una abrumadora influencia de los intereses comerciales en las relaciones de Estados Unidos con China.
"La debilidad de Washington, más la tiranía de Beijing y más la codicia, dan por resultado un compromiso despreciable", se rezaba en las pancartas de los manifestantes de este miércoles.
Los disidentes chinos exiliados en Estados Unidos niegan la versión, propagada por la prensa y algunos intelectuales, de que están a favor del aislamiento internacional de China.
"En principio, no me opongo a la política de compromiso global que Estados Unidos mantiene con China. Pero la práctica de esa política no favoreció los derechos humanos", dijo Tong Yi, ex asistente del disidente encarcelado Wei Jingsheng.
Tong señaló que Wei fue conducido a prisión en 1994, el mismo año en que Clinton aceptó excluir los antecedentes de derechos humanos de las consideraciones que llevaron a Estados Unidos a conceder a China el estatuto de nación más favorecida en el área comercial.
También fue encarcelado entonces Wang Dan, líder estudiantil de las reprimidas protestas de la plaza de Tiananmen, de 1989, que cumple una sentencia de 11 años de prisión.
Como candidato presidencial en 1991, Clinton describió a los líderes chinos como los "carniceros de Beijing", y atacó al entonces presidente estadounidense George Bush por pretender reconstruir las relaciones entre ambos países después de la matanza de la plaza de Tiananmen.
Clinton cambió de opinión en 1994 después de que una serie de misiones comerciales chinas concertaran en Estados Unidos importantes acuerdos para la compra de productos estadounidenses.
A su vez, varias empresas de Estados Unidos, que obtuvieron contratos en China, presionaron para que se concediera a ese país el estatuto de nación más favorecida.
Jiang, que cumple una visita de ocho días a Estados Unidos, quiere ahora lograr para China el estatuto permanente de nación más favorecida, lo que cancelaría la revisión anual exigida en la actualidad para renovar la decisión de Washington.
La semana pasada, Beijing envió una nueva misión comercial, encabezada por el viceministro de comercio Sun Zhenyu, para concertar la compra de productos estadounidenses por 4.000 millones de dólares. En la lista figuran 30 aviones Boeing por un valor estimado de 2.000 millones.
Así mismo, China pretende ingresar en la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero luego de un plazo indeterminado en que reduciría sus aranceles a la importación.
China, de alto crecimiento económico, mantiene un superávit de casi 50.000 millones de dólares en su comercio con Estados Unidos.
La visita de Jiang también incluye reuniones con ejecutivos de empresas estadounidenses. El presidente chino inaugurará el viernes la sesión de la bolsa de valores de Nueva York. (FIN/IPS/tra-en/aa/fah/aq-ff/ip/97
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