BRASIL: Wall Street salva a bolsas locales del caos

Después de la mayor caída mundial en la víspera, la Bolsa de Valores de Sao Paulo batió hoy otra marca, la de la caída más rápida, que fue seguida de una recuperación igualmente veloz impulsada por Wall Street.

El mercado de Sao Paulo abrió este martes con casi dos horas y media de retraso, por cautela de sus dirigentes. También se inauguró otra medida de seguridad, similar a la vigente en la Bolsa de Nueva York: la suspensión de los negocios ante una oscilación de diez por ciento del promedio de cotizaciones.

La medida fue aplicada cinco minutos después de comenzar la jornada. El índice Bovespa había caído 12,26 por ciento, y las operaciones se suspendieron durante una hora.

En la reapertura, se temía la suspensión definitiva por el resto del dia, que se resolvería si la caída llegaba a 15 por ciento respecto del cierre de la víspera.

Pero la información sobre la recuperación de la Bolsa de Nueva York salvó el dia. Dos minutos después de reanudarse las transacciones, cerca de las 13:30 GMT, la caída se redujo a 3,88 por ciento. Un chorro de órdenes de compra inundó el salón.

Pero fuertes oscilaciones, de hasta ocho puntos porcentuales en torno de un aparente promedio de seis puntos a la baja, siguieron minuto a minuto los movimientos de Wall Street.

La Bolsa de Rio de Janeiro, con un volumen de negocios muy inferior al de Sao Paulo, repitió la tensión. Su apertura, postergada dos horas, dio lugar a una caída de seis por ciento y a una interrupción de una hora, que fue seguida por oscilaciones en la tarde.

El Banco Central intentó abortar un incipiente ataque especulativo en el mercado de cambios, que aumentó más de dos por ciento la expectativa de devaluación a corto plazo del real, la moneda brasileña.

La oferta de unos 500 millones de dólares en varias subastas en la mañana y el anuncio de la emisión de 2.000 millones de dólares en títulos públicos con protección cambiaria neutralizaron el movimiento especulativo. El dólar sólo subió en el mercado negro, pero únicamente uno por ciento.

La política monetaria brasileña no será modificada, aseguró el ministro de Hacienda, Pedro Malán, buscando tranquilizar al mercado. "No hay razón para el nerviosismo", dijo.

La persistencia de las reglas actuales anuncia una devaluación mensual del real de 0,6 por ciento y una tasa básica de interés de 20 por ciento al año, muy elevada ante una inflación anual esperada de cerca de cinco por ciento.

La garantía ofrecida a los inversionistas es el volumen de las reservas internacionales, que suman 61.000 millones de dólares, el doble que en diciembre de 1994, cuando la crisis financiera de México lanzó su "efecto tequila", que repercutió en Brasil.

Además, está en marcha el "mayor programa de privatizaciones del mundo", como señalan autoridades y economistas brasileños, del que Malán aguarda ingresos por 60.000 millones de dólares en tres años.

Es necesario esperar algunos meses para analizar las consecuencias de la nueva ola depresiva desatada por la bolsa de Hong Kong, señalaron lderes empresariales como Carlos Moreira Ferreira, presidente de la Federación de las Industrias de Sao Paulo.

Roberto Teixeira da Costa, dirigente del Consejo Empresarial de América Latina y ex presidente del organismo que rige las bolsas brasileñas, teme que la crisis generada por Hong Kong retrase las privatizaciones en Brasil.

Las acciones de Telebras, empresa estatal que coordina el sector de telecomunicaciones y cuya privatización está prevista para el primer semestre de 1998, fueron las que más cayeron en los últimos dias.

Las bolsas brasileñas presentan las caídas más fuertes porque fueron las que más subieron este año, 90 por ciento hasta julio, según Teixeira da Costa. A pesar del desastre de los últimos cuatro días, las acciones negociadas en la Bolsa de Sao Paulo aún valen 30 por ciento más, en promedio, que al fin del año pasado.

La oscilación mayor se atribuye también a que los negocios se concentran en acciones de pocas empresas, explicó el empresario, quien previó que una "acomodación" al efecto Hong Kong exigirá algunos meses.

El presidente del Congreso Nacional, senador Antonio Carlos Magalhaes, y otros líderes parlamentarios reaccionaron a la crisis con promesas de acelerar las reformas constitucionales cuya votación está pendiente desde el año pasado.

Las reformas tributaria, administrativa y de la seguridad social, trabadas en el Congreso, son consideradas fundamentales para el ajuste fiscal que aún se requiere para consolidar la salud de la economía brasileña.

Pero en Brasil, como en el resto del mundo, crece la convicción de que también las economías sanas pueden sufrir destructivos ataques especulativos, después de lo ocurrido en Hong Kong, víctima insospechada algunos días atrás. (FIN/IPS/mo/ff-mj/if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe