El Papa Juan Pablo II sorprendió a los brasileños con un discurso de preocupación por la injusticia social y los sectores marginados de la población, al arribar para una visita de cuatro días a Río de Janeiro.
Los "desequilibrios sociales, la distribución desigual e injusta que genera conflictos en las ciudades y en el campo", además de "la infancia desprotegida" constituyen un "desafio de enormes proporciones" que enfrentan los gobernantes brasileños, destacó el Papa.
Juan Pablo II, hablando en un excelente, portugués manifestó su especial atención a "dos componentes de la población" de Brasil: los pueblos indígenas y la "porción afrobrasileña numerosa y altamente significativa".
Los indígenas contribuyeron a "inyectar el sentido de famlia y respeto a los antepasados, la intimidad y al afecto doméstico" en la sociedad brasileña, según el Papa, y por eso merecen "toda la atención para vivir con dignidad su cultura".
La población de origen africana también aportó mucho a la formación social del pais y "tiene derecho a pedir y esperar respeto a los rasgos fundamentales de su cultura", añadió.
Como su presencia en Brasil se debe al segundo Encuentro Mundial de las Familias, se esperaba que el Papa concentraría sus discursos en la defensa del matrimonio y de la vida, condenando prácticas condenadas por la Iglesia Católica, como el aborto y los anticonceptivos.
Aunque su pontificado se destacó en enhibir la actuación del clero llamado "progresista", en la política y en las luchas sociales, las cuestiones sociales siguen preocupando a la Iglesia latinoamericana.
El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Lucas Moreira Neves, considerado conservador y un posible sucesor de Juan Pablo II, anunció que la Campaña de la Fraternidad, que la Iglesia Católica promueve cada año, tendrá el desempleo como tema en 1998.
El presidente Fernando Henrique Cardoso recibió al Papa en una base aérea de Río de Janeiro a las 16 horas locales (19 GMT), recordando las relaciones de amistad y de fe que unen a Brasil con Juan Pablo II, que por tercera vez visita el país. (FIN/IPS/mo/ag/ip-cr/97
