La Unión Europea (UE) puede apoyar la reforma agraria en Brasil de forma concreta, importando la producción de los asentamientos rurales con rebaja arancelaria.
Esta propuesta fue presentada el lunes en Bruselas a la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) y a miembros del Parlamento Europeo por el presidente del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria de Brasil, Milton Seligman.
La idea es crear un "sello de solidaridad" para identificar productos de campesinos que viven en asentamientos precarios para incluirlos en el Sistema de Preferencia General con que la UE favorece algunas importaciones, como las provenientes de países muy pobres de Africa y el Caribe.
Toma cuerpo así el desafío lanzado por el presidente Fernando Henrique Cardoso, en el inicio de este año, durante una visita al Vaticano.
Molesto por un manifiesto firmado por varias personalidades europeas reclamando una aceleración de la reforma agraria en Brasil, Cardoso dijo que un apoyo más efectivo a los campesinos brasileños sería la apertura del mercado europeo a importaciones agrícolas y el fin de los subsidios a la producción local.
El gobierno brasileño reaccionó negativamente también al premio concedido este año por la Fundación Rey Balduino, de Belgica, al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), organización que conquistó fuerte apoyo nacional e internacional a su lucha por la reforma agraria.
El acceso privilegiado al mercado europeo solucionaría el problema agrario brasileño, al facilitar la viabilidad económica de los asentamientos, evaluó Pedro Camargo Neto, director de la Sociedad Rural Brasileña, en declaraciones divulgadas este jueves por el diario Gazeta Mercantil.
La Sociedad Rural aparece vinculada a grandes hacendados, en general opuestos a la reforma agraria. Camargo Neto criticó el proteccionismo europeo, señalando que un estudio divulgado recientemente pronostica un aumento de 88,76 por ciento en las exportaciones brasileñas de granos a Europa si se eliminan las barreras.
La propuesta entusiasmó también a José Graziano da Silva, profesor de economía agrícola de la Universidad de Campinas (a cien kilómetros de Sao Paulo). El mecanismo es idéntico al de los programas europeos de apoyo a sus propios agricultores, indicó a Gazeta Mercantil.
Además ya se utilizó para ayudar a 1.500 familias del sur de Chile, que pudieron exportar con exención arancelaria hacia Europa, especialmente Alemania, destacó el experto.
Pero la idea no se adecua al Sistema General de Preferencia de la UE porque se limita a un país, discriminando a los demás, y porque Brasil ya fue excluido del sistema por su alto nivel de desarrollo relativo, observaron funcionarios de la UE, según el mismo diario.
La ventaja a los campesinos asentados dependería de que fueran tenidos en cuenta en el "régimen especial de incentivos" que la UE incluirá en su Sistema de Preferencias a partir de 1998 para favorecer la importación de maderas extraídas de forma sostenible y de bienes producidos sin trabajo infantil, entre otros ejemplos.
Francisco Dal Chiavon, uno de los 48 coordinadores nacionales del MST, dijo a IPS que su movimiento tiene interés en el éxito de la iniciativa, tal como apoya "cualquier medida que mejore la calidad de vida de los pequeños campesinos".
El MST ya estudia varias alternativas para ampliar las exportaciones de sus asentados, señaló Dal Chiavon, también presidente de la Confederación de las Cooperativas de la Reforma Agraria en Brasil, unión de las organizaciones productivas de campesinos que ya obtuvieron alguna tierra.
Las redes no gubernamentales que apoyan la reforma agraria o que estimulan el consumo de alimentos producidos sin agrotóxicos son algunas vías que permiten ampliar el mercado externo y la competitividad de los pequeños campesinos asentados.
La yerba mate (un te muy difundido en el sur de Brasil y países vecinos), frutas, plantas medicinales y la nuez del cajú son algunos productos exportables y de crecientes cosechas en los asentamientos y cooperativas, informó.
Crece también la producción de café por asentados en el estado de Espíritu Santo, en el centro-este de Brasil, y que se pretende exportar, añadió. (FIN/IPS/mo/dg/ip-if/97