BRASIL: Bolsas siguen en baja y en fase de "acomodamiento"

Las bolsas de Brasil sufrieron hoy nuevas y fuertes oscilaciones, y al cierre se registró una caída de 9,81 por ciento en Sao Paulo y de 7,5 por ciento en Rio de Janeiro.

Pero la repetición de debilidades ya manifestadas en la víspera no alarmó a las autoridades económicas.

"La fase es de acomodamiento', sin motivos para mayores preocupaciones, sostuvo el ministro de Planificación, Antonio Kandir, para asegurar que el programa de privatizaciones brasileño seguirá normalmente.

Se mantiene la previsión de ingresos para este año por 22.000 millones de dólares por la venta de empresas estatales, dijo el ministro. "El próximo año serán 35.000 millones y alrededor de 30.000 millones en 1999", agregó.

Esas sumas abultadas y reservas internacionales "muy cómodas" constituyen una defensa "segura" de la moneda y de la economía brasileña, que también está fortalecida por la "transparencia", que tiene mucho valor actualmente, afirmó Kandir.

La caída de las bolsas brasileñas, mayor que el nuevo retroceso de Wall Street, de 1,67 por ciento, y del resto del mundo, puede atribuirse en gran parte a la necesidad de los bancos en cubrir sus compras y remesas de dólares al exterior.

El martes, el Banco Central vendió casi 5.000 millones de dólares en numerosas ofertas para mantener la paridad de la moneda nacional en cerca de 1,10 reales por cada dólar, ante la presión de compra de divisas. La fuerte reacción de la autoridad monetaria provocó pesadas pérdidas a los especuladores.

Los bancos en general, y los de inversiones en particular, venden acciones para mantener su liquidez. Rumores sobre problemas del sector financiero aumentaron el miércoles el pánico de algunos inversionistas.

El Banco Central aseguró este jueves que no hay problemas de liquidez entre los bancos brasileños. Pero realizó una operación de socorro, rescatando de muchos bancos títulos de la deuda pública que no vencían hasta enero.

El acomodamiento de los mercados podría prolongarse algunos días, por la necesidad de muchos perdedores de los últimos dias de vender las acciones que poseen para reequilibrar sus cuentas.

El ministro Kandir insistió en el pronóstico oficial de que la tormenta financiera mundial no afectará el programa brasileño de privatizaciones, pues éste involucra inversiones de largo plazo, productivas, y no el capital especulativo que provoca y sufre la crisis.

Los analistas del mercado, sin embargo, prevén la reducción de los sobreprecios obtenidos por los últimos activos estatales privatizados, como las compañías distribuidoras de electricidad del sur del país, vendidas casi al doble del valor fijado.

Pese a las condiciones adversas, el secretario de Energía de Sao Paulo, David Zylbersztajn, mantuvo para el próximo jueves la subasta de la Companía Paulista de Fuerza y Luz, la mayor distribuidora de electricidad de Brasil.

Los expertos, que estimaban un aumento de 50 por ciento en el precio mínimo de 1.700 millones de dólares fijado para la Compañía Paulista, corrigieron ahora a la mitad su previsión. Las acciones de la empresa cayeron 25 por ciento en los últimos días. (FIN/IPS/mo/ff/if/97

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