BOLIVIA: McDonald's desata locura colectiva de consumo

Largas colas de niños, jóvenes y mayores dispuestos a esperar hasta cuatro horas para ser atendidos, una fila de más de cien automóviles frente al "Automac", avenidas congestionadas y policías desviando el tráfico: es el cuadro creado frente al primer restaurante de McDonald's en Bolivia.

La multinacional de la hamburguesa llegó a Bolivia -el único país de Sudamérica donde aún no operaba- y abrió su primera sucursal el viernes en la exclusiva zona de Calacoto, en La Paz, considerado un "barrio enclave" de país rico en el país más pobre de América del Sur.

La apertura del restaurante de McDonald's es el acontecimiento de la temporada en La Paz: el comentario está en boca de todos, los medios de comunicación realizan la publicidad, y el barrio en que se encuentra el local está cubierto por el logotipo y los colores de la famosa multinacional.

En los tres primeros de operación de McDonald's, las largas filas de consumidores no finalizaron hasta pasada la medianoche, pese a la baja temperatura nocturnas de La Paz (siete grados en promedio), y el número de pedidos rebasó los cálculos más optimistas de los ejecutivos de la empresa.

Mientras, la profusión de banderas con los colores de la multinacional y el despligue policial en torno de la hamburguesería provocaron más de un comentario en los medios de comunicación de que en La Paz, y en el país en su conjunto, aún prevalece una mentalidad aldeana.

La novedad, la calidad o la fama internacional, son algunos de las razones que los ávidos consumidores mencionan cuando se les consulta si vale la pena permanecer de pie por dos, tres o cuatro horas en una larga fila para comprar una hambruguesa.

"Es que tener una McDonald's en La Paz nos coloca al mismo nivel que cualquier capital del mundo. Es una ventaja de la globalización", dijo Ronnie, un adolescente que en un lujoso automóvil esperaba su turno con música a todo volumen.

Otros clientes desean simplemente conocer el sabor de una hamburguesa famosa, que, como se dice, sabe igual aquí que en Nueva York, Buenos Aires, México, Moscú o París.

"Antes, la McDonald's era un símbolo del imperialismo norteamericano. Después del fin de la guerra fría, eso ya no interesa. Ahora, lo importante es disfrutar un producto que se consume en todo el mundo", comentó un madre de familia que guardaba fila junto a su esposo y sus cuatro hijos.

McDonald's concedió su representación en Bolivia por el régimen de franquicia, como ocurre en el caso de 75 por ciento de los restaurantes de la compañía en el mundo.

El éxito de ventas alcanzado en los primeros tres días de operación en La Paz echó por tierra los temores ante la posibilidad de que los precios de las hamburguesas McDonald's no estuvieran al nivel del país más pobre de Sudamérica.

"Nuestros precios están en relación con la realidad y la economía bolivianas, y al alcance de la mayoría de las familias", aseguró Silvia Koziner, que junto con un socio encabeza McDonald's en Bolivia.

El detalle llamativo es que McDonald's incorporó en su menú dos productos de consumo nacional: la "llajwa", una explosiva combinación de ají con tomate que nunca falta en la mesa de cualquier familia boliviana, y el mate (infusión) de coca -materia prima de la cocaína-, de consumo masivo en este país después de las comidas.

Los empresarios cuidaron hasta el último detalle para cumplir con las normas internacionales de funcionamiento de los restaurantes McDonald's. Por ejemplo, los gerentes que administratán los locales recibieron entrenamiento durante ocho meses en los restaurantes de la cadena en Montevideo.

Lo mismo ocurre con la calidad del servicio en el primer restaurante boliviano, que mereció el elogio de los clientes.

La explicación es simple: el concepto y la importancia del "servicio al cliente" son desconocidos en la gran mayoría de empresas privadas e instituciones públicas de Bolivia.

Bolivia es el país 106 en la lista de McDonald's en el mundo, donde tiene algo más de 21.000 restaurantes, explicaron los titulares de la franquicia.

La cadena de hamburguesas tiene previsto contratar a unas 450 personas hasta fin de año para ofrecer sus servicios en este país.

Los planes de crecimiento de la cadena sólo contemplan, por ahora, una nueva sucursal en La Paz y dos en la oriental Santa Cruz de la Sierra, las mayores ciudades del país. (FIN/IPS/jcr/ff/cr/97

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