Mensajes proféticos sobre la inminente destrucción de la isla de Barbados y vecinas del Caribe suscitan el pánico en unos y el escepticismo en otros, mientras científicos advierten sobre posibles erupciones volcánicas.
Las profecías provienen de Jippy Doyle, misionero de 27 años que trabaja con reclusos en la prisión de Glendairy en la isla caribeña.
Doyle predijo con exactitud la caída del muro de Berlín, el desmantelamiento de la Unión Soviética, la destrucción de la nave espacial Challenger, la destrucción por un huracán de Antigua y Barbuda y el atentado con bomba de Oklahoma, Estados Unidos, indican analistas.
"Esta tierra será visitada en la noche por un gran viento, y un huracán y enormes olas llegarán a sus orillas, y esta tierra permanecerá en la oscuridad durante un día y una noche, y muchos buscarán refuggio y no lo encontrarán. Pero cuando me busquéis, tendré piedad de vosotros (…) dijo el Señor", asegura Doyle.
Ante advertencias de científicos sobre posibles olas producidas por un agitado volcán submarino fuera de la vecina isla de Granada, y del volcán Soufriere Hills en Montserrat, muchos en Barbados están preocupados.
Otros permanecen indiferentes ante las profecías de Doyle. Sus mensajes "sólo quieren mantener a la gente en vilo", dijo Harold Crichlow, de la Iglesia Anglicana.
"No creo en ese tipo de profecía. No creo que la religión tenga que ver con adivinar la suerte. Las leyes de la naturaleza deben seguir su curso. No creo que Dios cuide un país, lo salve de un huracán y permita que otro sea devastado. Mi consejo es ignorarla".
Aunque el gobierno de Barbados no hizo comentarios sobre estos asuntos eclesiásticos, fuentes dijeron a IPS que encargó a un grupo de científicos la preparación de documentos sobre la posibilidad de olas y huracanes que golpeen a la isla.
Muchos entre quienes creen a Doyle en base a la exactitud de sus anteriores profecías se preparan para lo peor, mientras las predicciones del misionero se convirtieron en tema central de programas televisivos, artículos y análisis de prensa y cartas al editor.
Las profecías no se limitan a Barbados. Para la isla de Montserrat, que ha sido devastada por el Soufriere Hills, la profecía dice "Aunque pequeña entre muchas, será un espectáculo para el mundo. El mundo entero estará pendiente y sabrá que yo soy Dios. Se convertirá en una tierra de sacudidas durante muchos años, una tierra desolada".
"Ni hombres ni animales la habitarán. Grandes aguas inundarán la costa y la gente quedará sin tierra ni refugio durante muchos años. Habrá incendios y humo, y la tierra no dará frutos, y el cielo será de una densa oscuridad, y habrá muchos incendios y temblores en las islas alrededor".
Otros líderes religiosos reaccionaron ante las profecías de Doyle, como el obispo anglicano Rufus Brome, quien lo detractó como "profeta del infierno y las tinieblas".
Pero el religioso anglicano Seibert Small y el estudioso y conferencista sobre temas religiosos Noel Goddard, aplicaron ciertas "pruebas" para determinar la exactitud de las profecías.
Entre ellas, el profeta debe ser un hombre de Dios y su vida debe reflejarlo. En segundo lugar, debe tener antecedentes en que sus profecías se cumplieron. Tercero, todas las profecías deben venir de Dios. Cuarto, siempre y cuando la profecía proviene de Dios, El la comunica a otros profetas capaces de confirmarla e interpretarla.
Desde que Douyle publicó sus advertencias en la prensa, otros líderes religiosos de diferentes grupos corrobararon sus predicciones, aunque ninguno ofreció una interpretación de las profecías.
¿Son los huracanes y maremotos reales o hablan figurativamente de una ola de crimen, por ejemplo, que asole a las costas?, se preguntan algunos.
En cada caso, estas personas tuvieron visiones o sueños, en diferentes momentos entre 1992 y 1997, que revelan escenas casi idénticas a las descritas por Doyle.
Sobre Granada, la profecía de Doyle dice que es "Una tierra de pena y dolor. Tu gente ha sido débil. El escenario político cambiará y los líderes cambiarán. Tu montaña temblará con gran estruendo y escupirá humo, y las aguas a tu alrededor crecerán con grandes olas. La tierra bajo el mar entrará en erupción y muchos cuestionarán que esa sea la obra del Señor. Volved al Señor y El tendrá misericordia de vosotros".
En cuanto a Jamaica, "os he bendecido con riquezas. Vuestros líderes os han dividido y la gente vaga perdida como ovejas sin pastor. Esta será una tierra de pena y dolor".
"Habrá gran oscuridad sobre esta tierra y truenos y relámpagos os golpearán hasta que los ríos rebasen sus riberas (…) Y veo a uno que se dirige hacia un ángel de Satán con una espada en la mano, de cara al Norte".
"Y al hundir la espada en la tierra, habrá un río de sangre, asesinato y violencia en Kingston, Manchester y Montego Bay. Y habrá olor de la carne humana, porque los niños llorarán por sus madres y padres y ellos no estarán allí, porque la montaña arderá y la tierra temblará bajo sus pies".
"Porque jugaron a la tentación bajo el árbol, y destruyeron el futuro de muchas generaciones. Veo una gran explosión en una ciudad que llevará muchas vidas, porque los gobernantes de este país serán otros".
Sobre la isla de Santa Lucía, la profecía dice que "Haré que esta tierra tiemble y la montaña ruja, y esta tierra estará bajo gran estrés y muchos correrán asustados desde la montaña, y la economía de esta nación penderá de un hilo".
"Aquello en lo que el hombre confía ya no estará allí y los gobernantes de esta nación estarán perturbados porque la mano del mal saldrá en su contra. Muchos vendrán desde lejos para observar esto. (…) Vuelvan al Señor su Dios, y El será misericordioso". (FIN/IPS/tra-en/cr/ta/lp/cr/97