ARGENTINA: Niños y niñas tendrán voz y voto en las urnas

El domingo 26, mientras los argentinos estén en el cuarto oscuro ejerciendo su derecho a votar en comicios legislativos, los niños y las niñas no se aburrirán esperando como otras veces sino que también votarán afuera.

Por primera vez en Argentina, unas 400.000 personas de entre ocho y 17 años que viven en la capital colocarán en la urna la papeleta con sus opiniones en relación a una encuesta elaborada con el producido en talleres en los que plantearon sus problemas.

Allí, uno de los temas más candentes entre los adolescentes fue la discriminación en las discotecas, la preocupación por el medio ambiente que van a heredar, la pobreza y la violación de los derechos de niños y niñas que trabajan, que no tienen vivienda, o que son abusados.

La votación es parte de un proyecto de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y del gobierno de la ciudad, y apunta a que los menores sean sujetos de la participación ciudadana. Elecciones similares ya hubo en Colombia y en Ecuador, y también en México pero a nivel nacional.

Aunque lo parezca, el asunto no es un juego.

Con los resultados de la votación, el parlamento de la ciudad elaborará una ley sobre derechos del niño y la niña. Por eso, el hecho de que puedan votar mientras sus padres están ocupados, no es un dato menor.

En diálogo con IPS, María Orsénigo, directora del Menor y la Familia del gobierno de Buenos Aires, comentó que "la idea es incorporar cada vez más a los más chicos en las decisiones, facilitándoles canales de participación que sean lo menos formales posibles".

El voto es secreto, aunque los niños deberán identificarse por edad y sexo con una cruz. Luego, elegirán una opción entre más de 10 por cada una de las tres preguntas que se les formulan. Las urnas estarán a la vista en los centros de votación adulta y no en cuartos cerrados.

La discriminación por edad y sexo, además de la recolección por barrio de los votos, permitirá a los organizadores tener información diferenciada por sectores.

Así, puede darse que a las niñas un tema preocupe más que a los niños, o que en un barrio haya problemas específicos que atender.

Los menores de ocho años también pueden participar de la votación. El único límite es que puedan comprender las preguntas, y por supuesto, los organizadores aspiran a que los padres no intervengan a la hora de la decisión, para que las respuestas sean genuinas.

La primera pregunta apunta a cuáles son los derechos menos respetados y allí podrán elegir en base a lo que ellos mismos elaboraron: a tener familia, vivienda, a recibir educación, alimento, atención médica, a opinar, a jugar, a no sufrir discriminaciones, a no ser explotados.

Después responderán en qué lugares creen que son menos respetados sus derechos, y allí hay 13 opciones que van desde la casa o la familia hasta la escuela, el club, la cancha de fútbol, la comisaría, las discotecas o los medios de comunicación, entre otras alternativas.

Por último, les consultarán de qué manera creen que deberían hacerse conocer sus opiniones y propuestas a quienes gobiernan y hacen las leyes.

La elección -en la que pueden colarse también niños y niñas de alguna provincia, que están en ese momento en Buenos Aires- coincide con una votación histórica de los "porteños", habitantes de la ciudad de Buenos Aires.

La capital argentina es autónoma desde hace poco más de un año. El jefe comunal Fernando de la Rúa fue el primer alcalde elegido y no designado por el gobierno nacional, y este domingo, por primera vez se eligen legisladores de lo que ser el parlamento de la ciudad.

"Ahora que se abre una etapa histórica para el gobierno de la ciudad, nos pareció importante comenzar una nueva página en la que niñas, niños y adolescentes intervengan en el diseño de la ciudad, sus leyes y las instituciones para que se cumplan sus derechos", finalizó Orsénigo.

Los adultos apenas se enteraron por los diarios de los últimos días que habrá una "votación paralela" a la suya. Uno de ellos protestó ante la Dirección del Menor porque no se hizo más campaña, pero es que la información, esta vez, no les llegó a ellos sino a los niños.

No quedó colegio, parroquia, club, parque o sitio frecuentado por niños y niñas que no haya recibido las papeletas. Los programas infantiles de televisión fueron intercalados con avisos de Unicef llamando a votar y el día de la elección se prevenviará una papeleta en los diarios para que los más chicos la recorten y la completen. (FIN/IPS/mv/dg/ip-pr/97)

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