Las frecuentes visitas del gobierno de Argentina al sudeste de Asia comenzaron a dar sus frutos. Este fin de semana Buenos Aires fue invadida por empresarios, funcionarios y académicos de esa región, cada vez más atraídos por el Mercosur.
El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, inauguró el viernes en Buenos Aires, junto al presidente argentino Carlos Menem, una ronda de negocios de 300 empresarios argentinos y 170 de Malasia, Filipinas, Indonesia y Vietnam, que se prolongará hasta el lunes.
Los argentinos están interesados en multiplicar el comercio todavía escaso con los países del sudeste asiático, en especial en los sectores alimenticio y siderúrgico, y también quieren saber cómo invertir en la construcción de diques, gasoductos y otras obras de infraestructura.
Menem recordó que, hace algunos años, lo único que conocía el común de los argentinos sobre Malasia era a Sandokán, personaje de ficción creado por el escritor italiano Emilio Salgari quien, por otra parte, nunca había estado en ese país.
Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, Dato' Ajit Singh, secretario general de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), inauguraba en la capital argentina el seminario "ASEAN- Mercosur" con el objetivo de estrechar lazos entre las dos regiones del mundo.
El seminario fue una iniciativa de la privada Universidad de Belgrano, cuyo rector, el ex ministro de Educación Avelino Porto, destacó el crecimiento de la trama de vínculos académicos entre ambas regiones que acompaña el flujo de comercio.
Los empresarios, por su parte, crearon un Consejo de Negocios integrado por representantes del sector privado de Argentina y de los países del sudeste asiático, de manera de encontrarse de forma periódica, conocerse y sondear en las oportunidades de comercio y desarrollo.
"Para un empresario asiático, importa más el conocimiento personal que la firma de un contrato", subrayó uno argentino que ya factura más de 300 millones de dólares en esa región a través de su empresa constructora.
En los últimos años, Menem hizo tres giras por los países del sudeste asíatico, un área a la que antes no llegaban nunca los presidentes sudamericanos. Su última visita fue en febrero, cuando estuvo en Vietnam, Tailandia y Singapur.
En cada visita fue acompañado por más de 50 empresarios argentinos que observaban que el interés del Mercosur por la ASEAN no parecía recíproco. Faltaban inversiones de flujo contrario, y este fin de semana se dio un importante paso en ese sentido.
El crecimiento económico y la demanda de bienes de consumo e inversiones son uno de los principales atractivos del sudeste asiático, y lo siguen siendo a pesar de la ola de devaluaciones que se produjo en los últimos meses y que puso en duda el éxito de los llamados tigres asiáticos.
La ASEAN es un bloque que nuclea a 480 millones de personas con un producto interno bruto de 711.000 millones de dólares. Fue creada hace más de 30 años y sigue sumando países que pretenden crear en el 2003 un área de libre comercio entre sus miembros.
En este sentido, Ajit, el secretario general del bloque, recomendó a Argentina que aproveche la demanda de alimentos del área de Asia y el Pacífico, que hoy consume 25 por ciento de los alimentos del mundo, porcentaje que aumentará a 30 por ciento el próximo siglo.
También sugirió cooperar con las necesidades de infraestructura de países que se suman a ASEAN con un menor grado de desarrollo que los otros miembros, aprovechando la capacidad desplegada por los socios del Mercosur para transformar el Estado y privatizar empresas de servicios.
"Queremos tener lazos más estrechos con el Mercsour, promover citas de empresarios, discutir sobre las normas laborales, inversiones e informática", insistió Ajit, quien advirtió que las dos regiones "no pueden vivir aisladas".
El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería argentina, Jorge Campbell, destacó también los avances alcanzados hasta ahora en el acercamiento del Mercosur hacia la región del sudeste asiático, sobre todo a través del acuerdo entre el bloque y Chile.
"Argentina insistió en la necesidad de una mayor integración física con Chile para ganar una mejor conexión con el Pacfico", aseguró Campbell en el seminario junto a Ajit, mientras el presidente Menem coincidía en explicar esa misma estrategia a su par malayo Mohamad.
El acuerdo Mercosur-Chile quedó sellado hace poco más de un año fue celebrado por empresarios del Mercosur, que no sólo piensan en el mercado chileno, de 14 millones de consumidores, sino en los miles de millones de asiáticos.
Campbell destacó además que los flujos de inversión extranjera, que antes se dirigían principalmente a Estados Unidos, Europa y Japón, están llegando cada vez más a la ASEAN y el Mercosur, que constituyen regiones paradigmáticas del nuevo orden económico.
"Nuestras regiones son la respuesta política al nuevo mundo globalizado, que nos dice que si no es vinculados a nuestros vecinos es imposible atraer inversiones y comercio", dijo Campbell, y añadió que el concepto de soberanía, en este sentido, está cambiando. (FIN/IPS/mv/mj/if/97