Las amenazas actuales y futuras ya no provienen tanto de países sino de enfermedades y problemas ambientales, que exigen mayor cooperación por encima de fronteras nacionales, sostuvo en Brasil el presidente Bill Clinton.
Es necesario modificar "conceptos sobre el poder nacional y el enfoque en las políticas, tanto en Estados Unidos como en el mundo" para enfrentar esa nueva realidad, añadió el mandatario en la entrevista que concedió el martes 14 en Brasilia junto a su par Fernando Henrique Cardoso a periodistas de ambos países.
Clinton usó ese argumento para afirmar que no le preocupa el crecimiento de países emergentes.
Dijo incluso que los apoya en favor de un "liderazgo más fuerte" si comparten con Estados Unidos los principios básicos de democracia, fortalecimiento de la economía global y combate a violencia y criminalidad.
En esa misma línea, aseguró que Washington no busca dividir el Mercado Común del Sur (Mercosur) como se divulga, ya que considera positiva la existencia de ese bloque de países sudamericanos, cuya creación aumentó las exportaciones estadounidenses.
Es "una falsa opción" oponer el Area de Libre Comercio de las Américas al Mercosur. "Queremos a los dos juntos", afirmó, señalando a los bloques regionales como factores de promoción del comercio y, en consecuencia, de la "estabilidad y la seguridad".
Clinton manifestó su creencia de que una mayor apertura comercial genera más empleos y extiende sus beneficios a toda la población.
Los periodistas estadounidenses que acompañan a Clinton por Venezuela, Brasil y Argentina insistieron en preguntarle sobre cuestiones internas, específicamente sobre la investigación sobre la financiación de su campaña electoral.
De siete preguntas, cinco fueron sobre ese tema y tuvieron como respuesta que nada había que añadir a lo dicho anteriormente y que los procedimientos legales seguirán normalmente.
La entrevista fue organizada según el modelo usual en Estados Unidos, exigido por los periodistas de ese país, al aire libre, en los jardines del Palacio de Alvorada, residencia oficial del presidente brasileño.
Clinton destacó la importancia crucial de los cambios climáticos, en el área ambiental. Prometió contribuir a una solución en la reunión de diciembre en Kioto, Japón, que deberá establecer metas para la reducción de la emisión de gases que provocan el calentamiento de la tierra.
Pero defendió siempre que "no se debe sacrificar el desarrollo" y que "los países en desarrollo también tendrán que asumir compromisos", ya que el problema es global.
Respondió a las críticas de que Estados Unidos aumentó sus emisiones, recordando que su país tuvo un crecimiento económico mayor que el europeo desde 1990.
Argumentó que Europa pudo presentar mejores resultados por la reducción en países del este europeo, como fue el caso de Alemania, y en Gran Bretaña, que dispone de gas natural para sustituir el carbón y el petróleo que exporta y contamina otros países.
Agregó que hay soluciones en la tecnología y fuentes alternativas de energía. Se puede aprovechar los dos tercios del calor generado en la producción de electricidad y que son desperdiciados, ejemplificó.
Su posición es que los países en desarrollo deben buscar opciones energéticias distintas a las que predominan en países industrializados, para no agravar los problemas ambientales que afectan el mundo y a ellos mismos.
En China, por ejemplo, el mayor problema de salud son las enfermedades bronquiales. Está claro que esa nación debe prosperar pero con alternativas energéticas distintas, sostuvo Clinton.
Cardoso subrayó a su vez las coincidencias entre ambos países en favor de la prosperidad y la paz de los pueblos, aunque con intereses divergentes en cuestiones puntuales.
El ALCA no debe construirse "en desmedro del Mercosur" y tiene que co venir a todos, promoviendo la igualdad de condiciones sociales, defendió.
Los conflictos comerciales fueron discutidos por los dos presidentes, reconoció Cardoso, y ambos prometieron estimular a los técnicos gubernamentales a solucionarlos a la brevedad posible, para que no afecten los intereses mayores de las relaciones bilaterales y continentales.
Clinton calificó de "error increíble" el informe distribuido por miembros intermedios de su gobierno y según el cual en Brasil persiste "una cultura de corrupción endémica". (FIN/IPS/mo/dg/ip- if-en/97