/AMBIENTE/: Piden a líderes convencer a EEUU sobre gas invernadero

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, debería ser persuadido por sus pares para que asuma mayores compromisos sobre reducción de emisiones de gas invernadero, recomendaron el jueves 23 organizaciones no gubernamentales reunidas en esta ciudad de Alemania.

Los gobiernos deberían presionar a Washington para impedir que la conferencia de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se celebrará en diciembre en Kioto, Japón, se convierta en un fiasco, afirmaron.

Una organización no gubernamental calificó la meta de reducción de gases invernadero anunciada por Clinton el miércoles de "amenaza para la vida". La Unión Europea (UE) la consideró un "desastre ambiental" y reclamó al gobierno de Estados Unidos una reconsideración.

La iniciativa estadounidense, además, es muy inferior al mínimo reclamado en conjunto por los 132 países en desarrollo del Grupo de los 77 (G-77) y China.

Pero funcionarios que representan al gobierno de Estados Unidos en una negociación clave en Bonn, previa a la conferencia en Kioto, dejaron en evidencia que el país norteamericano no tiene intención de asumir un compromiso más radical.

"El presidente Clinton quiere alcanzar un acuerdo, no mantener una discusión. Esa es la posición de Estados Unidos", dijo David Sandalow, director de Asuntos Ambientales del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de Estados Unidos, un órgano asesor de la presidencia.

Sandalow evitó así contestar si la postura de su país con miras a la conferencia en Kioto era negociable.

Clinton propuso que los países industrializados estabilicen sus emisiones de gases invernadero, a las que se atribuye el calentamiento del clima planetario, a los niveles de 1990 en los años 2008 y 2012 y efectuar más recortes en los años siguientes.

Los delegados nacionales que estarán reunidos en Bonn hasta el día 31 coinciden en asumir compromisos más ambiciosos sobre emisiones de gases invernadero, en especial dióxido de carbono, que derivan de la quema de combustibles fósiles.

La UE pretende que las emisiones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso sean 15 por ciento menores a los niveles de 1990 en el 2010.

La Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), que reúne a los países más amenazado por el derretimiento de los hielos polares resultantes del calentamiento planetario, subió la oferta a emisiones 20 por ciento menores a los de 1990 en el 2005.

Las diferencias entre la posición estadounidense, la de la UE y la de AOSIS son tan grandes que los activistas temen que la reunión de diciembre concluya con el colapso de años de negociaciones.

El embajador Mark Hambley, presidente de la delegación de Estados Unidos en Bonn, sostuvo que la meta establecida por Clinton era "ambiciosa, realista y asequible".

Según Hambley, la propuesta resultaría, en el caso de su país, en una reducción real de 30 por ciento en las emisiones de acuerdo con el crecimiento de la economía estadounidense previsto para los próximos 14 años.

El director de Políticas Climáticas de la no gubernamental Greenpeace International, Bill Hare, afirmó que la iniciativa de Clinton era "totalmente inaceptable moral y ambientalmente", pues retrasaría diez años más las reducciones.

"Este es un miércoles negro para las negociaciones sobre clima", dijo Hare.

El activista afirmó que Clinton había roto la promesa que asumió en junio en la Segunda Cumbre de la Tierra, en Nueva York, de revisar los avances en los cinco años posteriores a la primera cumbre, celebrada en 1992 en Río de Janeiro.

El mandatario anunció entonces que su país asumiría "un fuerte compromiso vinculante que reducirá de forma significativa las emisiones de gases invernadero".

Andrew Kerr, coordinador europeo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), describió la propuesta estadounidense como "amenaza para la vida" y sostuvo que no toma en cuenta los deseos manifestados por 70 por ciento de los estadounidenses en encuestas de opinión.

Atiq Rahman, coordinador de la Red de Acción Climática del Sur de Asia, afirmó que tanto Estados Unidos como Japón abdicaron de su responsabilidad de asumir acciones efectivas para combatir el calentamiento planetario.

"Las propuestas de estos dos países son totalmente inaceptables para miles de millones de personas del mundo en desarrollo", agregó Rahman.

Japón despertó la ira de los ambientalistas hace tres semanas, cuando anunció sus propias metas. Tokio sugirió que los países industrializados abatan sus emisiones de gases invernadero a un nivel cinco por ciento menor que el de 1990 para los años 2008- 2012.

La opinión de las organizaciones no gubernamentales fue compartida por el argentino Raúl Estrada-Oyuela, presidente del grupo ad hoc del Mandato de Berlín (AGBM), al que se encomendó la redacción de un borrador de acuerdo legalmente vinculante con miras a la conferencia de Kioto.

La propuesta estadounidense es "modesta" y "deja muy poco espacio para la flexibilidad", declaró Estrada-Oyuela a IPS.

"No soy escéptico sobre el resultado de la reunión de Kioto", agregó, si bien dijo desconocer la "técnica de negociación" que aplicará Washington en la conferencia debido a que Clinton anunció su iniciativa en público antes de presentarla en las conversaciones en Bonn.

"Sería desalentador que no se alcance un acuerdo legalmente vinculante en Kioto", dijo el portavoz del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Bonn, Michael Williams. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/mj/en/97

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