Estados Unidos lanzó el miércoles 15 hacia Saturno la nave espacial "Cassini", cuya carga de 36 kilogramos de plutonio representa un riesgo para la población de la Tierra, según creen organizaciones no gubernamentales y algunos científicos.
Los críticos, entre los que se cuentan incluso funcionarios de la NASA, rebautizaron el proyecto "Casino Cassini", por considerarlo azaroso.
Según afirman, un accidente podría tener una amplia variedad de efectos, desde la caída del valor de propiedades hasta la inutilización de campos agrícolas y la muerte de miles de personas.
"Los accidentes ocurren, pues ni hombres ni máquinas son perfectos". El plutonio utilizado como combustible en la nave "se dispersaría en un amplio radio en caso de un choque contra la Tierra", advirtió el físico Michio Kaku.
El plutonio es la sustancia de mayor poder tóxico conocida por la ciencia. La misión espacial Cassini tiene un presupuesto de 3.400 millones de dólares y es la última de una serie de costosos proyectos de la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio).
Designada en memoria del astrónomo italiano Jean-Dominique Cassini (1625-1712), primer director del Observatorio de París, que descubrió la separación entre los anillos de Saturno, la nave espacial lanzada de Cabo Cañaveral, en el sureño estado de Florida, llegará en primer lugar hasta Venus.
Luego pasará de regreso frente a la Tierra, para emprender un viaje de siete años a Saturno, su destino final.
Esta misión "puede aumentar en gran medida nuestros conocimientos del espacio exterior", afirmó la NASA, que calcula en menos de una en un millón las posibilidades de un accidente en las cercanías de la Tierra.
"La Tierra estará más expuesta en el próximo año al impacto de un cometa o un asteroide que a un accidente de la Cassini", según la NASA.
El cohete Titán IV, que llevó la Cassini fuera de la atmósfera terrestre, tiene una tasa histórica de fallos de uno en 20, pero la NASA insiste en que es mínima la probabilidad de que la nave libere dióxido de plutonio.
La Cassini "carga suficiente plutonio para afectar a todos los habitantes de la Tierra", aseguró Bruce Gagnon, coordinador de la Coalición de Florida por la Paz y la Justicia, que la semana última presentó infructuosamente un recurso legal para impedir el lanzamiento de la nave.
Los críticos destacaron que tres de las 26 misiones espaciales nucleares previas de Estados Unidos tuvieron contratiempos. El periodista Karl Grossman señaló que uno de los peores casos se registró en 1964, cuando un satélite cayó en tierra, desintegrándose y dispersando un kilogramo de plutonio.
Según John Gofman, profesor de medicina en la Universidad de California, ese accidente aumentó el riesgo de cáncer de pulmón entre la población del área en que se produjo.
Grossman también recordó que una sonda rusa se estrelló en noviembre de 1996 en una zona fronteriza entre Bolivia y Chile. "Funcionarios estadounidenses admitieron que aún no se sabe qué ocurrió con el plutonio que la sonda llevaba", dijo el periodista.
Pero Otto Raabe, presidente de la Sociedad de Físicos para la Salud, un grupo de 6.500 expertos en seguridad ante la radiación, aseguró que aún en el peor de los casos, un accidente de la Cassini no entrañaría riesgos importantes.
Raabe argumentó que hay una gran diferencia entre el plutonio 238, usado como combustible en la Cassini, y el plutonio empleado en reactores nucleares.
Si la Cassini explotara al pasar ante la Tierra, la radiación que recibiría cada humano sería inferior a la dosis de rayos cósmicos que cualquier pasajero recibe en un viaje en avión, afirmó Raabe.
Pero el físico Kaku opinó que ese optimismo no es más que "especulación disfrazada de leyes físicas", y sostuvo que, según la dirección del viento, cientos de miles de personas podrían morir si se produjera un accidente sobre el planeta.
Desde que la Coalición de Florida por la Paz y la Justicia inició su campaña anti-Cassini hace tres años, el movimiento contra el uso de energía nuclear en naves espaciales se volvió nacional.
Un recurso judicial planteado a último momento por ambientalistas en Hawai no logró detener la misión.
Un juez federal de Honolulu decidió que los riesgos citados por los ecologistas son menos importantes que la desventaja de retrasar el mayor y más costoso proyecto de investigación interplanetaria de la historia.
Aunque las protestas no consiguieron detener el lanzamiento, los opositores de la misión Cassini anunciaron que mantendrán la presión para impedir el paso de la nave sobre la Tierra.
"Continuaremos alertando al público sobre los riesgos sanitarios y ambientales que ésta y otras misiones que emplean plutonio", declaró a IPS Carol Mosley, de la Coalición de Florida.
Los opositores a las sondas espaciales propulsadas con material atómico señalan que se podría utilizar energía solar.
"Cassini y otras naves a plutonio deberían sustituirse por otras más pequeñas a energía solar", sugirió Kaku.
"La idea de que la Cassini debe ser grande es una idea de la guerra fría, cuando Estados Unidos competía con Rusia por las mayores misiones espaciales", añadió.
La NASA, por otra parte, insiste en la utilización de energía nuclear y sostiene que los paneles solares no servirían a miles de millones de kilómetros del sol.
El periodista Grossman sostuvo que la NASA está presionada por Lockheed Martin, la empresa que fabrica sistemas de plutonio, y por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
La NASA también estaría bajo la influencia del ejército estadounidense, "que pretende desplegar armas nucleares en el espacio", aseguró Grossman. (FIN/IPS/tra-en/dk/ff-ml/en/97