La conferencia internacional reunida en esta capital para implementar la Convención de Lucha contra la Desertización de la ONU decidió el viernes 3 instalar su secretaría permanente en Bonn.
La reunión, de dos semanas de duración, y primera conferencia de las partes de la Convención, que comenzó el 29 de septiembre, cuenta con casi 1.000 participantes, incluyendo jefes de Estado y gobierno, ministros, alcaldes, diplomáticos y líderes comunitarios.
Arba Diallo, secretario ejecutivo de la Convención, dijo que fue una "muy buena decisión", dado que avala la sinergia existente en Bonn, que ya es sede de la Convención sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ambas convenciones emergieron de la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992.
El secretario ejecutivo de la Convención sobre Cambio Climático, Michael Zammit Cutajar, dijo que "estas dos convenciones están vinculadas por más que la proximidad, y por la historia institucional compartida que emana de la Asamblea General y la secretaría de la ONU".
La secretaría permanente se instalará durante el año próximo en el edificio Haus Carstanjen, en la ribera del río Rin, donde funcionan la Convención sobre Cambio Climático y los Voluntarios de las Naciones Unidas.
Los delegados de gobiernos de 102 países que ratificaron la convención desde su entrada en vigor en diciembre de 1996 consideraron dos posibles sedes, Murcia en España y Montreal en Canadá.
Pero la primera votación confidencial decidió a favor de Bonn. La rápida decisión sorprendió a la delegación alemana, liderada por Wighard Haerdtl, secretario de Estado en el ministerio de cooperación económica y desarrollo (BMZ).
Aunque los países latinoamericanos respaldaron la opción de Murcia, Argentina votó por Bonn, según el periodista de ese país Enzo Luis Scilinguo.
Antonio Rodrigues Pires, asesor especial del Ministerio de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente de Cabo Verde, dijo que los 47 países africanos que ratificaron la convención jugaron un papel decisivo en el voto a favor de Bonn.
Alemania fue "un socio muy importante para países africanos en la cooperación bilateral y el combate de la desertización", dijo Pires a IPS.
El país europeo aporta fondos para programas contra la desertización en Africa, América Latina y Asia, por unos 1.300 millones de dólares.
Además, Alemania fue "un socio firme y confiable" para organizaciones regionales que combaten la desertización como CLISS, IGAD, SADC y OSS en Africa y para el Club du Sahel bajo el eje de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De los fondos que el gobierno alemán entrega a estas organizaciones, unos 3,6 millones se utilizan para medidas de emergencia bajo el programa de desertización "Acción urgente para Africa".
Para responder a los requisitos de la convención de manera eficaz, Alemania también instaló un fondo especial de tres millones de dólares.
Alemania entregará a la secretaría las instalaciones edilicias por un período ilimitado, y casi 1,2 millones de dólares en contribuciones adicionales abiertas.
Piers dijo que la proximidad de Bonn a Bruselas, sede de la Unión Europea, Roma, hogar de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), motivó a los africanos a votar a favor de Bonn.
Bonn también es cercano a París, sede de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), que supervisa las regiones desérticas de Shael y Sahara y es asiento del Club du Sahel.
La conferencia de Roma, además de acordar sobre mecanismos mundiales, evaluará acciones tomadas para fomentar la implementación de la convención bajo varias medidas interinas. La prioridad se dará a los programas de Acción Urgente para Africa.
En la agenda del debate figura el presupuesto, un tema complejo porque Estados Unidos y Japón, que según estimaciones deberán aportar 42 por ciento del presupuesto total, aún no ratificaron la convención. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/lp/en/97