Alcaldes de Africa, América, Asia y Europa adoptaron hoy un programa de acción para unir sus fuerzas contra la desertización, proceso que ya afecta a casi 100 países.
Los alcaldes de cerca de 30 ciudades adoptaron la «Declaración de Roma», luego de dos días de intensas discusiones, y prometieron trabajar junto a gobiernos, organizaciones no gubernamentales (ONG), investigadores y personas afectadas directamente por la desertización.
El Foro de Alcales sobre Ciudades y Desertización, al que asistieron ONG y organismos mundiales, fue organizado por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), la Convención para Combatir la Desertización (CCD) y el alcalde de Roma, Francesco Rutelli.
El Foro se realizó en ocasión de la primera conferencia de partes de la Convención, hasta el momento ratificada por 102 países y vigente desde diciembre de 1996, que termina el próximo viernes.
El presidente de IFAD, Fawzi H. Al-Sultan, sostuvo que la desertización fue un factor clave para acelerar la emigración hacia zonas urbanas y en especial, a las principales ciudades de Africa, América Latina y Asia.
«La desertización también es un importante factor responsable por la emigración de países del mundo en desarrollo hacia ciudades europeas como Roma», añadió.
Es importante que gobiernos municipales y organismos comunitarios, que se enfrentan a problemas propios de degradación ambiental, tugurios urbanos y pobreza, se reúnan para hallar soluciones duraderas que ayuden a ciudades y zonas rurales.
«Solo debemos brindar seguridad alimentaria y las necesidades básicas a las zonas rurales, y podemos detener la emigración hacia las ciudades», aseguró Arthur Jacobs, vice alcalde de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
En la actualidad, más de 230 millones de personas viven en tierras desérticas y 850 millones en zonas de productividad en decadencia. Cerca de 24.000 millones de toneladas de superficie terrestre se pierden cada año en el mundo.
Las zonas más afectadas, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), son las tierras áridas y montañosas en países en desarrollo donde ya reside 65 por ciento de los pobres del mundo y poblaciones con «inseguridad alimentaria».
Al-Sultan señaló que unos 135 millones de personas en el mundo corren el riesgo de tener que abandonar sus lugares de residencia debido a la desertización, a menos que se tomen medidas concretas para ayudarlos a ganar la lucha.
En la Declaración de Roma, los alcaldes resolvieron vincularse con autoridades nacionales y locales para ayudar a desarrollar una respuesta integrada a la desertización, dentro del marco de sus programas nacionales de acción.
Miembros de la sociedad civil deben participar activamente en los programas de acción, dijo el alcalde de Túnez, Mohamed Ali Bouleymen.
Los alcaldes prometieron «actuar con justicia» con todos los medios a su alcance para mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales y así reducir la cantidad de inmigrantes que se trasladan a las ciudades para escapar de los efectos de la desertización.
Los alcaldes también resolvieron informar a la población sobre los temas vinculados entre sí de la desertización, la migración y la urbanización a través de los medios de comunicación y las escuelas.
La Declaración de Roma también fomentará el establecimiento de una Red de Desertización entre Ciudades, por la cual las urbes de países industrializados pueden ayudar a sus pares en zonas afectadas para desarrollar políticas municipales adecuadas al desarrollo sustentable y los proyectos contra la desertización.
Wilfredo Canavari, de La Paz, Bolivia, también se refirió a la necesidad de analizar las condiciones ambientales en las ciudades, hallar respuestas y actuar en forma acorde.
Deo Oitamong, principal funcionario administrativo de Kampala, Uganda, añadió que se debía supervisar la implementación de la Declaración.
Para ello, uno de los primeros pasos, opinó Baerbel Dieckmann, alcalde de Bonn, Alemania, podría ser una conferencia de alcaldes que se realice en 1998. Para ello se está considerando una iniciativa conjunta de Bonn, la ciudad vecina de Colonia, IFAD y la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA).
El encuentro podría coincidir con la apertura de la secretaría permanente de la Convención para Combatir la Desertización, en Bonn, hacia fines del próximo año. La ciudad fue elegida el viernes por la primera conferencia de partes de la Convención como sede de la misma.
El director del departamento de política económica y estrategia de recursos de IFAD, Bahman Mansuri, solicitó a los gobiernos que deleguen más poderes a las comunidades locales y autoridades municipales para combatir la desertización.
IFAD presentó al foro ciertas ideas concretas basadas en la colaboración Norte-Sur y Sur-Sur. El organismo ofreció a los alcaldes oportunidades para participar en forma activa en sus proyectos y programas.
La agencia de la Organización de Naciones Unidas fue creada en 1977 para combatir el hambre y la pobreza rural en zonas del mundo de bajos ingresos y con déficits alimentarios. Desde entonces, la FIDA gastó casi 3.000 millones de dólares en proyectos de erradicación de la pobreza en tierras áridas.
El programa especial de IFAD para los países de Africa subsahariana afectados por sequía y desertización, establecido en 1986, lanzó 42 proyectos y programas contra el problema en 24 países, con inversiones que alcanzan los 750 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/aq-mj/en/97