TURQUIA: Ejercicios navales con Israel generan enemigos

Las cada vez más profundas relaciones militares entre Turquía e Israel implican posibles futuras hostilidades entre Ankara y algunos vecinos musulmanes, una hipótesis que marca un cambio dramático en las estrategias regionales.

La cuestión es, ¿cuál país es considerado una amenaza?

El presidente de Irán, Mohammed Jatami, movilizó al mundo árabe contra las maniobras navales conjuntas de Turquía e Israel, previstas para mediados de noviembre en el mediterráneo.

En un momento en que Ankara intenta normalizar las relaciones con Irán, Jatami hizo duras denuncias.

Durante la inauguración de la "semana de la defensa sagrada", una conmemoración anual de la guerra entre Irán e Iraq de 1980- 1988, en la cual murió un millón de personas, el presidente iraní describió las maniobras como una amenaza contra toda la región.

"Mientras haya amenazas, debemos permanecer preparados. Nuestras fuerzas armadas deberían mantenerse poderosas", dijo Jatami a dignatarios reunidos en la plaza Teheran Azadi.

Más de 200.000 efectivos del ejército, las fuerzas aéreas y la marina realizan ejercicios militares en el centro de Irán, la Guardia Revolucionaria lo hace en el Golfo, y aviones de combate se preparan para rechazar una hipotética invasión por mar.

Los ejercicios navales estadounidense-turco-israelíes, supuestamente prácticas conjuntas en operaciones navales humanitarias de "investigación y rescate" se realizarán entre el 15 y el 25 de noviembre bajo los términos de un acuerdo militar firmado entre Turquía e Israel en 1996. Ya fueron pospuestos una vez.

Sin embargo, los comentarios de Jatami se produjeron tras exitosas conversaciones entre los cancilleres turco, Ismail Cem, e iraní, Kemal Harazi, sobre la designación de nuevos embajadores a Teherán y Ankara.

Ambas capitales retiraron sus embajadores en febrero, cuando Ankara acusó al embajador iraní de fomentar el radicalismo islámico en Turquía.

El especialista en relaciones turco-árabes Husnu Mahalli, afirma que Turquía ve la mano de Siria tras la escalada de la protesta.

Mahalli, quien cubrió la reciente visita del presidente turco Suleyman Demirel a Egipto, dijo que Demirel intentó presentar los ejercicios militares como una estrategia de Damasco para retirar la atención de los fracasos sirios en el proceso de paz de Medio Oriente.

El experto considera que esta es una línea de autoengaño de Demirel. "Los países árabes convergen en la visión de que Siria adopte una posición honesta ante Israel, y permanecen del lado de Damasco", sostiene.

Pero están pocos dispuestos a tolerar la relación de Ankara con Tel Aviv, y mucho menos cuando la política del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu es socavar el proceso de paz en Medio Oriente, destacó.

Egipto dijo luego que Turquía le había asegurado que los ejercicios no estaban dirigidos contra un tercer país.

Mahalli, quien sigue la línea militar turca según la cual los ejercicios militares son humanitarios, creyó que el objetivo de Ankara fue mantener a Teherán y Damasco aparte y neutralizar la contribución de El Cairo, según mandato de Washington.

No obstante, estos cálculos "están destinados a fracasar", dijo el experto, porque siguen estrategias de Estados Unidos que demostraron ser erróneas en el pasado.

Enojar a Damasco tendría un resultado directo sobre el aumento de un mayor respaldo sirio, y posiblemente árabe, a los insurgentes del Partido de Trabajadores del Kurdistán, en combate contra las fuerzas de seguridad de Ankara en el sudeste de Turquía desde 1984.

Otras fuentes de disputa involucran un ambicioso proyecto de irrigación alimentado por los ríos Eufrates y Tigris, grandes fuentes de agua para Turquía y Siria, y de una disputa fronteriza sobre la provincia sureña turca de Hatay.

"Aunque los países árabes favorecen las relaciones amistosas con Turquía, su actitud podría cambiar dramáticamente si Turquía aumenta su cooperación militar y económica con Israel", advirtió Mahalli.

Las relaciones turco-israelíes se hicieron públicas en 1996, cuando Ankara y Tel Aviv firmaron un acuerdo de capacitación militar en febrero de 1996, el cual fue seguido por un acuerdo de la industria de defensa en agosto.

Israel ahora reforma 54 aviones de combate F-4 como parte de un pacto de 632 millones de dólares. Según recientes informes de prensa turcos, especialistas en contrainsurgencia israelíes entrenan a equipos especiales de la policía turca en el disputado suedeste desde 1995.

Pero el analista turco Faik Bulut sospecha que Ankara está jugando un juego más largo y que la meta real de la estrategia turca no es Siria, sino Irán, y la futura parte de Irán en el Cáucaso y las repúblicas ex soviéticas del centro de Asia.

Bulut también ve una agenda de Estados Unidos en esta movida. "La cooperación turca-israelí es parte del esquema de largo plazo de Washington para extender la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este y el sur".

El analista político Ergun Balci del diario de Estambul "Cumhuriyet" cree que Turquía exageró, ya que la firma del pacto de 1994 con Israel tenía por fin enviar una señal de advertencia a ambos estados. (FIN/IPS/tra-en/nm/rj/lp/ip/97

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