Los despidos de sindicalistas en plantas de armado de vehículos de Hyundai Corporation y su subcontratista Han Young en Tijuana, México, encuentran una fuerte resistencia de activistas locales y sus aliados del otro lado de la frontera, en Estados Unidos.
Ambas empresas se vieron afectadas por una huelga de dos días realizada en junio en Han Young, tras la cual los obreros obtuvieron el derecho a negociar conjuntamente con sus patrones y funcionarios de la Junta Nacional de Conciliación y Arbitraje (JNCA), que se ocupa de las relaciones laborales.
Anteriormente, los administradores de las fábricas tenían un poder casi absoluto en Tijuana.
Han Young despidió en agosto a Emeterio Armenta, el líder de la huelga de junio, y luego destituyó a otros dos sindicalistas, Guadalupe Yaez y René Méndez. Los trabajadores protestaron con otra huelga el 14 de agosto, pero este mes otros cuatro activistas fueron despedidos.
"Me dijeron que hice gastar mucho dinero a la empresa en equipos de seguridad y me acusaron de estar por detrás de todos los problemas", declaró Armenta.
Ejecutivos de Han Young se negaron a realizar comentarios.
Fuentes sindicales afirmaron que a lo largo del área fronteriza industrial existe una red de autoridades gubernamentales y grandes empresas que poseen una "lista negra" de activistas.
Otras compañías se sintieron amenazadas por la huelga de junio y temen un posible crecimiento de los sindicatos independientes, que demandan incrementos salariales y costosas mejoras de las condiciones de trabajo, según las fuentes.
La fábrica mexicana Han Young trabaja para la gigantesca Hyundai y es una de las mayores en la vasta red industrial de Tijuana, con una producción diaria de 26 chasis para remolques de camiones y enormes contenedores de embarque que luego son terminados en la fábrica principal de Hyundai.
Los motivos que alegaron los obreros para la huelga de junio fueron los bajos salarios, de 36 a 48 dólares por semana, y las peligrosas condiciones de trabajo en una ciudad conocida por sus accidentes laborales.
Los trabajadores de Han Young sostuvieron que a menudo carecen de máscaras de soldar, guantes y zapatos de seguridad. La planta no posee sistemas de ventilación, y las emanaciones de plomo de las soldaduras causan un daño permanente a la vista.
Sin embargo, en reuniones con administradores y representantes de la JNCA tras la huelga de junio, Han Young acordó negociar con líderes sindicales electos y no tomar represalias. Sindicalistas de Tijuana esperan que el éxito estimule esfuerzos similares.
"Si los obreros tienen éxito aquí, la formación de sindicatos independientes se extenderá por todas las fábricas de la ciudad, donde las condiciones de trabajo son similares, y a otras ciudades fronterizas", dijo Enrique Hernández, presidente de la Alianza Popular.
La Alianza es una organización comunitaria que brinda asesoramiento legal a los trabajadores.
Pero el despido de Armenta y sus compañeros indica que los empleadores también reconocieron el riesgo de que el movimiento se difunda y tomaron medidas para detenerlo, señalaron los sindicalistas.
Además, los obreros de Han Young presentaron una amenaza adicional a la planta al solicitar ayuda al sindicato más independiente de México, el Frente Auténtico de Trabajo (FAT).
FAT coopera desde hace siete años con el sindicato de camioneros de Estados Unidos y los Trabajadores Unidos de la Industria Eléctrica, organizando campañas junto a la frontera.
Así mismo, FAT fue una de las pocas organizaciones sindicales de México que se opuso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y a la política gubernamental nacional de utilizar la mano de obra barata para atraer la inversión extranjera.
Si los obreros de Han Young obtuvieran el reconocimiento oficial para su nuevo sindicato, otorgarían a FAT una nueva base en Tijuana. Su presencia en medio del creciente malestar sindical en la ciudad fortalecería el movimiento de los sindicatos independientes y causaría un aumento de los salarios.
La compañía y el JNCA acordaron inicialmente considerar una elección en la que los trabajadores pudieran decidir entre un sindicato independiente o de la empresa, pero la reunión para fijar la fecha de la elección se pospone constantemente.
El 3 de septiembre, un representante del gobierno estadual ordenó a todos los canales de televisión de Tijuana que dejaran de cubrir la cuestión de Han Young, de acuerdo con una fuente periodística.
Los trabajadores de Tijuana lograron la ayuda de activistas estadounidenses por medio de una de las tácticas sindicales más nuevas: la organización sindical transfronteriza.
La Comisión de Apoyo a Trabajadores de Maquiladoras de San Diego movilizó a los sindicatos del sur de California para que enviaran fondos, despacharan telegramas y designaran observadores para la huelga.
Obreros de la industria petrolera, conserjes, trabajadores universitarios y el Consejo Central del Trabajo de San Diego apoyaron a los obreros de Han Young.
"Tratamos de emparejar las fuerzas entre los obreros de maquiladoras, los propietarios de las fábricas y el gobierno", dijo Mary Tong, de la Comisión de San Diego.
"En una economía globalizada, el empleo y la subsistencia de la gente que vive al norte de una frontera puede depender del resultado de la lucha de los trabajadores que están al sur, en fábricas como Han Young", destacó. (FIN/IPS/tra-en/db/mk/ml/lb/97