El fantasma el hambre asoma en Tanzania, donde 5,5 millones de personas necesitan ayuda alimentaria, advirtió la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La producción de cereales de Tanzania caerá en la campaña 1997- 1998 a 3,41 millones de toneladas, muy por debajo del volumen obtenido en 1996-1997, según el informe de FAO, titulado "Estado del suministro de alimentos y perspectivas de las cosechas en Africa subsahariana".
"La cosecha sólo será buena en contadas áreas, especialmente en zonas del oeste, donde las lluvias fueron normales", señaló la agencia.
El gobierno de Tanzania exhortó la semana última a los empresarios a aumentar la importación de alimentos para compensar el déficit de la producción de granos, que se ubicaría en 916.000 toneladas.
Si el sector privado no adquiere el exterior los suministros necesarios, el gobierno deberá hacerlo, declaró el primer ministro Frederick Sumaye.
Tanzania deberá importar 776.000 toneladas de maíz, el principal ingrediente de la dieta de la población, informó Sumaye al parlamento. La escasez afecta 14 regiones, agregó.
El primer ministro basó su informe en una investigación que FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el gobierno tanzano realizaron desde el 19 al 31 de julio en nueve de las regiones más afectadas por la caída de las cosechas.
"La situación de las cosechas y la disponibilidad de alimentos no han sido buenas desde la campaña agrícola de 1996- 1997. Muy pocas zonas lograron una producción suficiente", afirmaron los investigadores.
Las reservas de granos se redujeron en julio al nivel sin precedentes de 17.000 toneladas, y el esfuerzo por su recomposición fue obstaculizado por la caida de las cosechas y por la dura competencia entablada por compradores privados, que ofrecieron precios elevados.
La cantidad de productos distribuida por el gobierno y el PMA no asegura a los sectores más vulnerables de la población una alimentación adecuada en los próximos cuatro u ocho meses, según los datos recabados en julio.
Los alimentos entregados por el PMA estaban destinados en principio a 200.000 personas, pero el número aumentó luego considerablemente.
La caída de la cosecha de cereales fue atribuido a la escasez de lluvias, que también afectó la producción de algodón y tabaco. La situación tendrá inevitablememte efecto sobre los ingresos y el poder de compra de la mayoría de las comunidades agrícolas.
FAO y el PMA creen que faltarán alimentos y habrá tal vez hambre en algunas zonas del país entre este mes y enero, cuando se tendrán las cosechas de la estación semiseca.
También Kenia y Uganda sienten el impacto de la sequía en la agriculturaa.
En Kenia, el suministro de alimentos permanece bajo y los precios aumentan rápidamente. Las áreas ganaderas y agrícolas, las más afectadas por la sequía, continúan recibiendo ayuda alimentaria.
Así mismo, la Misión de FAO y el PMA en Uganda para la evaluación de cosechas y suministro de alimentos advirtió que apenas podrán cubrirse este año las necesidades en ese país, donde sólo algunos rubros tendrán superávit.
La misión de FAO y el PMA llegó a Uganda en respuesta a dificultades en la producción agrícola en distritos del este y el norte, causadas por sequía, inundaciones y un conflicto armado.
También necesitan ayuda alimentaria Angola, Burundi, Chad, Eritrea, Etiopía, Mauritania, Mozambique, Níger, República Democrática de Congo (ex Zaire), Ruanda, Sierra Leona, Somalia y Sudán", informó señaló Mwita Rukandema, de FAO.
Pero la importación de cereales se reducirá este año 21 por ciento en Africa subsahariana, respecto de 1996, como resultado de cosechas satisfactorias en la región occidental y en países del cuerno de Africa, y de una producción relativamente buena en la región austral.
"La demanda remanente de ayuda alimentaria, unos dos millones de toneladas, es 15 por ciento inferior al último año, aunque todavía resulta elevada", dijo Rukandema. (FIN/IPS/tra- en/mn/ff/dv/97
