RUANDA: Iglesia rechaza enterrar víctimas de genocidio en templos

Comunidades locales de todo el territorio de Ruanda están decididas a enterrar a las víctimas del genocidio de 1994 en las iglesias católicas donde fueron asesinados, a pesar de la oposición de los líderes religiosos.

Estas gestiones recibieron un fuerte impulso el domingo, cuando más de 30.000 personas de toda Ruanda se reunieron en la iglesia de Nyamata, en el norte, para enterrar allí los restos de unos 20.000 tutsis y hutus moderados asesinados durante la masacre.

El arzobispo de Kigali, Thaddee Ntihinyuzwa, dijo al dirigir la ceremonia que las milicias Interahamwe, integradas por hutus y responsabilizadas por el genocidio, habían "echado a Jesús de la iglesia".

Ntihinyuzwa se refería así a la creencia generalizada entre líderes católicos de que las iglesias dejarán de ser lugares de oración si las comunidades instalan allí tumbas y monumentos a la memoria de los asesinados en ellas.

La ley canónica solo permite que el Papa y los obispos sean enterrados en predios eclesiales, recordó el arzobispo. Pero la población de Nyamata la población local llevó adelante su plan de enterrar los restos de las víctimas del genocidio en la iglesia a pesar de la oposición de los religiosos.

"La iglesia no estaba interesada en la idea y se opuso con firmeza hasta que fue derrotada" por los relamos de la población, dijo un miembro del parlamento ruandés originario de Nyamata.

Casi un millón de personas pertenecientes a la minoría étnica tutsi y hutus moderados fueron asesinados entre abril y julio de 1994 en Ruanda por las milicias Interahamwe y soldados del antiguo ejército nacional.

Tutsis en las áreas montañosas alrededor de Nyamata se refugiaron el 16 de abril de 1994 en la iglesia para salvar sus vidas, luego del hostigamiento al que milicianos y soldados sometieron a sus poblados.

Los atacantes hurtaron a las mujeres, niños y ancianos todos sus bienes antes de asesinarlos dentro de la iglesia.

La población de Nyamata contribuyó con buena parte de los recursos necesarios para la construcción de la tumba en el predio del templo.

El gobierno de Ruanda respaldó a las comunidades locales en sus gestiones ante las iglesias. El primer ministro Pierre Celestin Rwigema dijo que los memoriales servirán a los ruandeses para recordar los errores del pasado y a aprender de ellos.

"Esta barbarie sin paralelo fue cometida por ruandeses contra ruandeses", dijo.

El ministro de Juventud, Deportes y Cultura, Jacques Bihozagara, afirmó que "hay unos 160 lugares como Nyamata en todo el país".

Bihozagara exhortó a los líderes religiosos a aceptar el entierro de las víctimas y la construcción de monumentos memoriales en las iglesias para que sirvan de recordatorio a futuras generaciones.

"Nuestros seres queridos fueron masacrados en la iglesia. No puedo entender por qué deberían ser enterrados fuera de ella", dijo Jean Baptiste Nyarwaya, un funcionario estatal que asistió a la ceremonia en la iglesia de Nyamata.

El arzobispo Ntihinyuzwa sostuvo que aún prosiguen las negociaciones entre el gobierno y la iglesia y pronosticó que "quizá se alcance un acuerdo dentro de un mes" en el que se coincidan los deseos de la población con las preocupaciones eclesiales. (FIN/IPS/tra-en/jbk/pm/mj/ip/97

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