Carlos Garaikoetxea, quien fue el primer presidente del gobierno autónomo del País Vasco (1980-82), denunció que en esa región española se desarrolla una tendencia fascistoide encarnada por laa organización ilegal separatista ETA.
"Lo único que les falta (a los simpatizantes de ETA) es organizar hornos crematorios, como Hitler", afirmó.
Las declaraciones de Garaikoetxea se produjeron tras conocerse que 50 encapuchados incendiaron las sedes de su partido, Eusko Alkartasuna (EA), y del mayoritario Partido Nacionalista Vasco (PNV), que encabeza el gobierno autónomo de esa región.
Garaikoetxea fue presidente vasco desde las filas del PNV, nacionalista moderado e integrado en la Internacional Democristiana. Posteriormente encabezó una escisión, que creó EA, de orientación socialdemócrata y que, al igual que el PNV, defiende el derecho a la autodeterminación del País Vasco.
El sábado y el domingo el pueblo vasco de Zizurkil, provincia de Guipúzcoa, celebró sus fiestas veraniegas, como todos los años, con bailes y desfiles de comparsas. El domingo en la madrugada medio centenar de encapuchados atacaron los locales del PNV y EA.
En el de EA cortaron el tráfico por la calle, incendiaron varios contenedores de basura, obligaron al personal de limpieza del local a abandonarlo y después lanzaron una lluvia de artefactos incendiarios. El edificio está habitado en los pisos superiores.
Fuentes del PNV informaron que los concejales de ese partido y de EA en Zizurkil, localidad con 2.685 habitantes, vienen sufriendo una campaña de amenazas por teléfono.
Joseba Egibar, portavoz del PNV, dijo que el movimiento "que se autodenomina de liberación nacional vasco (ETA, la coalición cercana a esa organización Herri Batasuna, HB, y otros grupos) lo único que está haciendo es destruir a su propio pueblo".
Pero la condena más fuerte surgió en Zizurkil, donde medio millar de personas se movilizó en las calles, guardaron cinco minutos de silencio y montaron una mesa para recoger firmas contra la violencia.
Otra movilización con el mismo objetivo se celebró el sábado en la localidad vasca de Basauri, en la que dos días antes un policía nacional (dependiente de Madrid) murió al estallar una bombba colocada en su automóvil por ETA.
Más de 25.000 de los 60.000 habitantes de basauri manifestaron como repulsa al atentado que costo la vida del policía Daniel Villar, sorprendiendo a los partidos políticos.
El secretario general de los socialistas vizcaínos, Nicolás Redondo Terreros, admitió que los políticos tenían dudas sobre la asistencia a esa movilización, al ser la víctima miembro de la policía española.
Es que "la sociedad vasca siempre ha ido por delante de los partidos en el problema de la violencia", subrayó Javier Madrazo, coordinador en el País Vasco de la coalición Izquierda Unida (IU, basada en el Partido Comunista).
Ese adelanto de los ciudadanos sobre los partidos hace reflexionar al secretario general del centroderechista Partido Popular (PP) en aquella región Carmelo Barrio que "los partidos deben hacer autocrítica y seguir recogiendo los mensajes de la sociedad".
Mientras todos los partidos e instituciones vascas, con la excepción de HB, próxima a ETA, condenan los atentados, éstos continúan.
Este lunes fueron desactivadas dos bombas colocadas en sendos automóviles del alcalde y un concejal, ambos del PP, en la localidad de Rincón de la Victoria, en la provincia andaluza de Málaga, al sur de España. Fuentes policiales atribuyen los atentados fallidos a ETA.
EA y el PNV emitieron un comunicado conjunto en el que piden a los miembros de HB, "entre los que hay mucha gente decente", que condenen los actos de vandalismo y los atentados y "se desvinculen de esta gentuza que está destrozando el país".
El comunicado sostiene además que los ciudadanos vascos no deben permitir que "una cuadrilla de reventadores fascistas llegue al pueblo, lo tome y haga lo que le dé la gana destrozando y asustando". (FIN/IPS/td/dg/ip/97)
