Decenas de miles de dolientes han dado su último adiós en esta ciudad de India a la madre Teresa, la religiosa católica que vio a Jesús en el rostro de cada ser humano que sufría hasta que murió de un ataque cardíaco el día 5, a los 87 años.
Sinuosas filas de personas que desafiaron la pesada lluvia monzónica rodean la iglesia de Santo Tomás, donde yace la monja galardonada con el premio Nobel de la paz, para manifestar su respeto a una persona que dedicó su vida a los agonizantes, los pobres y los marginados.
Ricos y pobres de todas las edades y todas las religiones existentes en India pasaron delante de la inmensa caja de vidrio que cubre el cuerpo diminuto de la madre Teresa, aún ataviado con el sarí de algodón blanco y bordes azules que lucen las monjas de la orden que creó, las Misioneras de la Caridad.
Muchos vienen de los hogares que comandó la madre Teresa en toda Calcuta. "Hemos quedado huérfanos. Nos dio lo que nunca tuvimos, paz y esperanza en el futuro", dijo Sushma, de 28 años, del hogar Shanti Daan para discapacitados mentales.
Mientras tanto, un equipo de obreros preparan el espacio de la capilla donde la madre Teresa será sepultada este sábado, de acuerdo con su última voluntad y luego de que se dispongan los funerales de Estado dispuestos por el gobierno de India, fuera de todo protocolo.
La casa de la religiosa, en el corazón de Calcuta, está cerca de los barrios pobres donde ella comenzó su labor humanitaria en los años 40 a favor de los desfallecientes y los pobres.
Todas las banderas de India se izarán a media asta el día del funeral. El primer ministro Inder Kumar Gujral dijo que la lucha contra la pobreza fue desarrollada en la primera mitad del siglo por Mahatma Gandhi y en la segunda por la madre Teresa, quien mostró al mundo el camino del altruismo.
El arzobispo de Calcuta, Francis Gomes, anunció que la madre Teresa recibirá un funeral con todos los honores en el estadio Netaji, con 15.000 asientos, donde se desarrollará una misa católica. Dos días antes, el ejército hará guardia alrededor del cuerpo, que será cubierto por la bandera india.
Los restos de la madre Teresa serán conducidos al estadio en una cureña llevada por seis caballos de la iglesia Santo Tomás, de 155 años de antigüedad. Antes de la misa se efectuará una salva de 21 disparos, honor reservado en India para presidentes y primeros ministros.
Los jefes del ejército, la marina y la fuerza aérea acompañarán el cortejo.
Luego de la misa de dos horas y media, la sucesora de la madre Teresa al frente de las Misioneras de la Caridad, la hermana Nirmala, pronunciará un discurso. El cuerpo de la monja será conducido luego a su casa, donde será el velatorio privado.
Un pequeño grupo de monjas, cardenales y arzobispos serán invitados al entierro.
El presidente de India, K. R. Narayanan, asistirá al funeral junto con invitados extranjeros, entre quienes figuran el presidente de Italia, Oscar Luigi Scalfaro y el representante del Vaticano, el cardenal Lourdeswamy, el único cardenal indio que cumple funciones en Roma.
Calcuta y la madre Teresa tenían una relación simbiótica. Pocos en esta ciudad, ricos o pobres, jóvenes o viejos, no tienen entre sus recuerdos una anécdota personal en la que participa la religiosa.
Muchos creen que ella curó enfermos a punto de morir e hizo milagros para bien de los necesitados. Sobre todo, ella daba una sensación de paz y tranquilidad a todos los que se acercaron a ella.
La mayoría de los habitantes de Calcuta ya la consideran una santa, pero, al parecer, el Vaticano se tomará un tiempo para canonizarla.
Fuentes de la Iglesia Católica en Calcuta informaron que se desarrollarán audiencias para la beatificación en el 2002, cinco años después de su muerte, de acuerdo con las reglas eclesiásticas. La canonización se producirá varios años después, agregaron.
El padre Le Jolly, el belga de 88 años elegido por la madre Teresa como guía espiritual y que escribió tres libros sobre la religiosa, cree que será conocida dentro de pocos años como santa Teresa porque ella tuvo una "visión de Dios".
El futuro de las Misioneras de la Caridad es incierto desde su muerte, en especial en lo que se refiere al financiamiento.
La madre Teresa, su orden y las actividades que realizaba eran en la práctica la misma cosa. A menudo, los donantes ignoraban aun el nombre de la orden, pero los cheques enviados a "Madre Teresa, Calcuta" nunca se extraviaban.
Es dudoso que eso siga funcionando así en el futuro. También podrían surgir choques de personalidades entre las Misioneras de la Caridad, pues ya no cuenta con la fuerte conducción de su fundadora.
Algunos conflictos surgieron en los últimos dos años, cuando la madre Teresa fue hospitalizada durante largos períodos. La sucesión de la líder se sucedieron durante varias semanas, hasta que ella misma impuso a la hermana Nirmala, dijo una fuente cercana a la orden religiosa.
Voluntarios que trabajan con las Misioneras de la Caridad dijeron que la hermana Nirmala carece de dos características de la madre Teresa, el carisma para recaudar fondos y también de la eficiencia en la conducción de organizaciones humanitarias en 130 países. (FIN/IPS/tra-en/rb/an/mj/cr/97