PERU: El riesgo de las malas auditorías ambientales

El tema de la responsabilidad de las empresas de auditoría ambiental minera cobró actualidad esta semana en Perú, cuando el ministro de Energía, Alberto Pandolfi, anunció sanciones contra una firma estadounidense involucrada en un desastre ecológico.

Pandolfi, también presidente del Consejo de Ministros, anunció que serán sancionados los responsables de la contaminacion del río Parcoy, sobre el que cayeron 2.000 toneladas de escoria cargada de cianuro procedentes de una empresa minera que extrae oro y otros minerales en la serranía del centronorte del país.

El río Parcoy desciende de los nevados andinos, transcurre frente a los yacimientos de la mina Horizonte y descarga sus aguas en la laguna de Pias, en cuyo entorno hay tres aldeas – Pias, Retamas y Lucumo- cuyas poblaciones ahora se encuentran amenazadas.

Las 2.000 toneladas de escoria cayeron sobre el río, provocaron un derrumbe y se depositaron finalmente en la laguna de Pias, hábitat de varias especies de peces y aves, y fuente de regadío agrícola.

Pandolfi declaró que la empresa de auditoría ambientalista estadounidense Hill S.A. tiene una responsabilidad igual o mayor que la compañía minera Horizonte, que acumuló negligentemente la escoria que se precipitó sobre el río Parcoy.

El ministro anticipó que se le prohibiría seguir operando en Perú a la mencionada empresa, que ya se había visto involucrada en otros dos casos de contaminación ambiental producidas por compañías mineras que la contrataron.

La anunciada sanción a Hill S.A. sería la primera que se aplica a una empresa de auditoría ambiental minera por su presunta responsabilidad en un delito ecológico.

La minería, la actividad más rentable en Perú, genera cerca del 50 por ciento de las divisas obtenidas por exportación y las 23 empresas más grandes ganaron en el primer semestre de este año 800 millones de dólares. Pero sus actividades pueden ser peligrosas para la seguridad ambiental.

El mayor peligro es el destino de los "relaves", la escoria extraída del interior de la tierra que queda después de separar los minerales.

Los relaves eran echados a los ríos en el pasado, cuando no había la conciencia ecológica internacional ahora existente, y muchos ríos se convirtieron en "muertos" cuando todas las especies animales y vegetales resultaban envenenados.

Según el abogado Jorge Caillaux, presidente de la Sociedad de Derecho Ambiental de Perú, las empresas mineras están obligadas a presentar un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) y a contratar a los auditores encargados de supervisar su cumplimiento.

La Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, que agrupa a los empresarios de ambos sectores, sostiene que las empresas con operaciones existentes han presentado no menos de 150 programas de manejo ambiental, con una inversión conjunta progresiva de más de mil millones de dólares.

Los auditores ambientales deben vigilar que se cumplan las medidas y plazos de los PAMA respectivos.

"Los auditores ambientales deben responder ante el Estado y, al igual que los contadores públicos, incurren en el delito de encubrimiento si en el ejercicio de su función se enteran de una infracción punible", comentó Caillaux.

En cuanto al incidente que desató la advertencia del ministro de Energía, Helen Hinojosa, integrante de una organización no gubernamental ambientalista, señaló que las investigaciones determinaran si Hill S.A. advirtió oportunamente a la compañía minera Horizonte.

"Si lo hizo, la compañía minera será también responsable", afirmó.

Pero los auditores son responsables de no haber comunicado el riesgo a las autoridades, salvo que lo hayan hecho y los funcionarios del Ministerio a quienes comunicaron el peligro no adoptaron ninguna medida", añadió.

Aún no se ha establecido el grado de envenamiento por cianuro de la laguna de Pias, y las autoridades y los voceros de la empresa minera discrepan al respecto con diversos argumentos técnicos.

Un representante de la gerencia técnica de la mina dijo que el Parcoy ha sido desde la época colonial un río minero, jamás hubieron truchas ni otras especies vivas, es muy torrentoso y aluvial, y no afecta mayormente a "la masa de agua de la laguna de Pias, que tiene 100 millones de metros cúbicos".

El uso del cianuro es imprescindible en la minería aurífera, afirmó, pero indicó que se degrada rápidamente expuesto al aire y la luz solar, "de modo que los vestigios en la laguna son insignificantes".

Los técnicos del Ministerio sostienen que la compañía había sido advertida que las "canchas de relave", sobre las que depositaban alrededor de 20.000 toneladas mensuales de escoria, eran muy estrechas y corrían el riesgo de colapsar, a pesar de lo cual no adoptaron las medidas adecuadas.

Rosalía Pacheco, directora de la escuela inicial de Pias y encargada de la Alcaldía de la aldea Salvador Cueva, afirmó que el incidente, que provocó la intervención del ministro, es el más grave de los tres que tuvieron lugar este año.

"Dos veces antes cayeron relaves al río y avisamos a la policía para que informara a las autoridades, pero nadie vino a comprobar lo que dijimos", denunció Pacheco. (FIN/IPS/al/ag/en/97

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