El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pretende que la Asamblea General apruebe su paquete de reformas dirigido a revitalizar el foro mundial, que sufre de deficiente financiación y exceso de personal.
"Les pido a todos que actúen con celeridad para considerar el paquete de reformas que tienen ante ustedes, con el fin de lograr el consenso político y conseguir la autoridad presupuestal antes de que termine esta sesión (en diciembre)", exhortó esta semana a los 185 estados miembros de la Asamblea.
"La reforma podrá ser gradual, pero no debería ser por cuentagotas", añadió.
Annan respondió así a los estados miembros que desean diluir su paquete de reformas al optar por ciertas propuestas mientras rechazan otras.
El paquete, presentado en julio, incluye la creación del nuevo Grupo de Desarrollo de la ONU, el nuevo Departamento de Regulación de Desarme y Armas, un sistema de promesas de cooperación para el desarrollo, y un Fondo Rotativo, financiado por ahorros administrativos.
Las reformas también incluyen la racionalización y mayor eficiencia de las actividades de la ONU en las sedes mundiales del organismo como en las oficinas locales, y la creación de nuevas estructuras de administración que incrementarían la responsabilidad del sistema mundial.
La reforma de la ONU será la prioridad más urgente de la sesión actual de la Asamblea General, aseguró Annan. "Ojalá que sea conocida como la Asamblea de la Reforma", recalcó.
El canciller británico, Robin Cook, dijo a la prensa el martes que los miembros de la ONU deben aceptar las reformas de Annan "como un paquete" porque "si empiezan a quitar lo que no les gusta, el paquete entero podría desintegrarse".
Poco después de que el paquete fuera presentado, Estados Unidos expresó sus reservas sobre dos de las propuestas: la creación del Fondo Rotativo de la ONU y el nuevo Departamento de Regulación de Desarme y Armas.
Washington sostuvo que sería difícil justificar ante el Congreso estadounidense la creación de nuevos departamentos en un momento en que se le reclama al foro mundial que limite sus operaciones y su personal.
El mismo Annan reconoció en julio que organismos de la ONU bajo su mando expresaron en un principio sus objeciones sobre algunas de las propuestas para reestructurar al organismo. "Me alegro de que lo hayan señalado. Es algo sano y correcto".
"Una vez que tomé la decisión de seguir adelante, todos se unieron a la iniciativa. Son propuestas atrevidas pero no suicidas", aseguró Annan después de presentar el paquete.
La propuesta de Annan de integrar a todas las operaciones de desarrollo en una sola autoridad provocó las objeciones de al menos tres agencias de la ONU: los fondos para la infancia (UNICEF) y para la Población (FNUAP), y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Annan afirma que no le gustan los "enfrentamientos", aunque cree que "los conflictos son sanos". Pero el secretario general reconoció que prefería que las agencias de la ONU expresaran su desacuerdo antes de que "socavaran" su labor más adelante.
De acuerdo con la reestructura propuesta, Annan planea designar a un representante en cada país, el Coordinador Residente y Líder del Equipo por País de la ONU.
En la actualidad, UNICEF, FNUAP, PMA y PNUD tienen sus propios representantes en los países y, en ocasiones, sus oficinas están ubicadas en distintos edificios en una misma ciudad.
"Demasiado a menudo, las distintas entidades de la ONU que participan en actividades de desarrollo efectúan su labor por separado, sin tener en cuenta la presencia de las otras ni beneficiarse de ellas", aseguró Annan.
Como parte de un todo integrado, el secretario general quiere que las oficinas locales de la ONU compartan las mismas instalaciones y servicios y que sean dirigidas por un solo Coordinador Residente del foro mundial, designado por Annan.
La medida tiene la intención de eliminar el gasto y la duplicación y de ahorrar los escasos recursos de la ONU, que tiene problemas financieros.
"La ONU no saldrá fortalecida si la reforma sólo se concentra en la eficiencia, el costo y la mejor coordinación", indicó el embajador Razali Ismail, de Malasia, el presidente saliente de la Asamblea General.
"Para sobrevivir, la ONU debe transformarse de una organización que sirve sólo a los intereses de los estados en un organismo que sirva a los intereses de la gente que vive en una sociedad interdependiente y global", añadió Ismail. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/aq-lp/ip/97