El presidente de México, Ernesto Zedillo, aparece distanciado de las disputas políticas y logra su máxima calificación en popularidad, mientras el partido de gobierno se resigna a regañadientes a la pérdida de su mayoría en la Cámara de Diputados.
Los diputados electos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) asumieron este lunes su cargo ante una mesa directiva de la Cámara baja dominada por la oposición, un hecho sin precedentes en la historia del país.
El PRI había amenazado con instalar un Poder Legislativo paralelo, al considerar que la oposición violó la ley al momento de instalarse la nueva legislatura.
"Sólo venimos a hacer el ridículo", expresó al llegar al recinto legislativo el diputado del PRI Sergio Guerrero.
Guerrero, al igual que otros de sus colegas, hizo público su enojo ante la dirigencia del PRI por cambiar de postura y reconocer la actuación de la mayoría opositora.
Los diputados que juraron su cargo este 1 de septiembre, fecha en que por ley la Cámara de Diputados se instala junto al Senado, para escuchar un informe del presidente, fueron electos el 6 de julio.
"Para atender los altos intereses de la Nación", se reconoce lo actuado por la oposición y se participará en la nueva Cámara, anunció el domingo de noche el coordinador de diputados del PRI, Arturo Núñez.
La postura titubeante del PRI, entre la aceptación y la resistencia frente a la nueva situación política del país fue duramente criticada no sólo por sus diputados, sino también por decenas de personas consultadas telefónicamente por varias radioemisoras.
En contraste, Zedillo recibió felicitaciones de la oposición por mantenerse alejado de las posiciones duras del PRI.
Algunos analistas aseguraron que la oficina de la Presidencia intervino en el caso, de modo discreto, para disuadir a los dirigentes del PRI de su propósito de instalar una Cámara paralela.
Zedillo obtuvo 6,7 puntos sobre 10 posibles en una encuesta publicada este lunes por el diario Reforma, que comprendió más de 1.200 entrevistas directas en 32 estados del país. Se trata de la calificación más alta que el presidente logra desde diciembre de 1994, cuando llegó al poder.
La mayoría de las personas consultadas por los autores de le encuesta creen que la situación económica y política del país mejoró en el tercer trimestre y que aumentó el liderazgo de Zedillo. También, que las relaciones entre el gobierno y la oposición son más positivas ahora que en el segundo trimestre.
En contraste, los entrevistados sostuvieron que los vínculos de las autoridades con el PRI son ahora más tirantes y complicadas que antes.
Para el analista Julio Hernández, del diario La Jornada, la polémica por la instalación de la legislatura desmuestra que el país vive una "desbordada y escandalosa lucha en el seno del poder, donde se han trabado en un pleito a cuchilladas dos facciones esenciales: el reformismo tecnocrático y la línea dura autoritaria".
Según Hernández, la gestión de Zedillo oscila entre "un discurso democrático, moderno y de aliento a los cambios", y una "resistencia interna sin maquillajes".
Por primera vez en sus 68 años de historia, el PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, donde prevaleven ahora los partidos de oposición.
Portavoces de la oposición sostienen que terminó para siempre el servilismo del Poder Legislativo frente al presidente y demandan el diálogo para evitar conflictos y problemas de gobernabilidad.
En los últimos tres años, la Cámara de Diputados aprobó 134 iniciativas, incluidas 19 reformas constitucionales, y 128 tuvieron origen en el Poder Ejecutivo.
Decenas de proyectos de ley de la oposición descansan en los archivos de la Cámara. Nunca fueron consideradas por las mayorías del PRI. (FIN/IPS/dc/ff/ip/97)