Patriotismo y orgullo nacional, valores al alza entre los mexicanos -según indican diversas encuestas- emergen al centro de las disputas políticas internas en un mes emblemático de la historia de este país.
Al fragor de las conmemoraciones por los 150 años de una guerra con Estados Unidos y los 187 años del primer grito de independencia frente a España, guerrillas, grupos indígenas, diputados de oposición y el gobierno se acusan de mantener posturas políticas antipatrióticas.
Según analistas e historiadores, las acusaciones, que abordan temas de gestión económica, posiciones de autoridades frente a las demandas de autonomía indígena y actuaciones en política internacional tocan "delicadas fibras de la identidad nacional".
En los últimos 16 años, la proporción de mexicanos que dice estar muy orgulloso de su nacionalidad, subió de 65 a 74 por ciento, indica la Encuesta Mundial de Valores, realizada por la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y publicada el día 14.
Las consultas, que se vienen realizando desde 1981 en varios países del mundo, señalan en su edición 1997 que los mexicanos tienen un patriotismo mayor en relación a los habitantes de Argentina, Brasil, Chile, España y Uruguay, pero menor a los de Venezuela, Perú, Estados Unidos y Filipinas.
Para los grupos insurgentes Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y Ejército Popular Revolucionario (EPR), el gobierno del presidente Ernesto Zedillo no tuvo derecho a encabezar las recientes celebraciones en homenaje a los "luchadores de la patria".
Postura similar expresaron portavoces del Congreso Nacional Indígena, reunido en la capital, y algunos miembros de los partidos de oposición en la Cámara de Diputados, que desde inicios de mes y por primera vez en 68 años son mayoría en esa instancia legislativa.
Los guerrilleros piden al gobierno, al igual que los grupos de nativos, reconocer los derechos de autonomía de las etnias y desmilitarizar amplias zonas campesinas, mientras los diputados demandan cambiar políticas económicas "neoliberales impuestas por Washington y organismos financieros".
Además, todos reclaman por la supuesta entrega de soberanía que significa aceptar que agentes antinarcóticos de Estados Unidos porten armas en México y que se permita el ingreso de patrullas navales extranjeras cuando persigan a narcos.
Estas concesiones fueron otorgadas por Zedillo al país vecino, según se desprende de un informe dado a conocer este martes por Washington.
Siguiendo la tradición, el mandatario y su gabinete de Estado encabezaron este martes el tradicional desfile militar que se realiza en la capital para celebrar el proceso de independencia.
La noche del lunes, frente a miles de personas reunidas en la plaza central de la ciudad, Zedillo repitió el toque de campanas y las arengas libertarias que el 15 de septiembre de 1810 inauguraron la guerra por la independencia, proceso que demandó una década de luchas.
A los tradicionales gritos de "viva nuestra independencia", "viva Hidalgo", "viva Morelos", "vivan los héroes que nos dieron patria" y "viva nuestra libertad", Zedillo agregó "viva la justicia", "viva la democracia" y "viva la unidad de los mexicanos".
"El mal gobierno no tiene derecho a gritar en nombre de los luchadores de nuestra patria, porque no tiene un pedazo de razón", respondieron portavoces del EZLN.
Un contingente de la guerrilla zapatista de 1.111 representantes está desde el viernes en esta capital para reclamar autonomía indígena y la desmilitarización de sus comunidades.
Los últimos siete días, la capital fue escenario de reuniones de los simpatizantes de la guerrilla, quienes celebraron el primer congreso del Frente Zapatista de Liberación Nacional.
Al mismo tiempo, el gobierno recordaba con diversos actos fechas históricas y en las calles miles de mexicanos se vestían de charros y compraban banderas, cornetas y los tradicionales sombreros de ala ancha.
En México, todos los grupos políticos y sociales reclaman ser los auténticos seguidores de los héroes nacionales, tanto de la independencia, como de la guerra contra Estados Unidos y de las luchas revolucionarias de inicios de siglo.
La Encuesta Mundial de Valores indica que 73 por ciento de los mexicanos afirman que estarían dispuestos, ahora mismo, a empuñar las armas para defender a su país.
En otro estudio de opinión, realizado por el diario local Reforma entre habitantes de la capital, se señala que 76 por ciento de la población cree que la influencia actual de Estados Unidos sobre México es excesiva.
Cuarenta y cinco por ciento sostiene que la situación de su país en lo económico y social estaría ahora peor si las tropas de Estados Unidos se hubiesen apoderado de México y 31 por ciento asegura que no le gusta "nada" del país vecino. (FIN/IPS/dc/jc/ip/97