Alrededor de 90 por ciento de los habitantes de la capital mexicana padece algún grado de neurosis, entre 10 y 15 por ciento sufre depresión y la mitad necesita psicoterapia con urgencia.
Dos estudios dados a conocer entre domingo y lunes por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Psiquiátrica de México (APM) indican que los problemas de salud mental de los mexicanos se mantiene en niveles preocupantes.
Violencia intrafamiliar, abandono, soledad, consumo de drogas y alcohol y en casos extremos el suicidio son parte del entorno de las enfermedades mentales vigentes, apunta el Movimiento de Buena Voluntad Neuróticos Anónimos.
Según datos del Servicio Médico Forense del Distrito Federal entregados a IPS, la tasa de suicidios en la capital se mantuvo en los primeros siete meses del año en cerca de uno por día, frecuencia 30 por ciento más alta que hace siete años.
Los suicidios, cometidos en su mayoría por hombres entre los 15 y 24 años, registran aumentos constantes desde 1990.
El año que hubo más en Ciudad de México fue 1995 -1,3 por día- cuando los mexicanos enfrentaron la peor crisis económica en el último medio siglo.
En lo que va de 1997 el número de personas que acudió a Neuróticos Anónimos se duplicó, aseguraron portavoces de ese movimiento en la capital.
Las autoridades aseguran que los suicidios están relacionados más que con la crisis, que según cifras oficiales terminó a nivel macroeconómico, a problemas relacionados al consumo de drogas y alcohol.
Para Fernando García, director del Servicio Médico Forense, la crisis económica ha impactado en el aumento del número de suicidios y de enfermedades mentales.
Mucha gente que no era candidata al suicidio hoy ya lo es, opinó.
Con las crisis financiera estallada a fines de 1994, en México aumentó la demanda de servicios en Neuróticos Anónimos y se crearon nuevo grupos como el Club del Optimismo y Amigos contra la Neurosis.
Nueve de cada 10 mexicanos están afectados por la neurosis, dice la OMS, mientras la APM advirte que la depresión, vinculada a alteraciones bioquímicas que se producen en el cerebro, ataca de 10 a 15 por ciento de la población.
"Los problemas actuales desafían los esfuerzos de las instituciones privadas y públicas de salud mental y deben llamar a la reflexión", expresó Enrique González, presidente de la APM.
Estudios de la Asociación médica indican que la mitad de los habitantes de la capital, donde viven 20 millones, necesitan ser atendidos por psicoterapeutas a la mayor brevedad posible.
De no recibir ayuda, muchos continuarán con sus problemas de bajo rendimiento profesional, desadaptación social, infelicidad, riesgos de caer en adicciones de diverso tipo y en casos extremos intentar un suicidio, advierten los expertos.
Uno por ciento de la población urbana mexicana ha intentado alguna vez quitarse la vida, añadieron.
El Instituto de Estadística Geografía e Informática indica que en los últimos 13 años el número de suicidios en el país se triplicó hasta llegar a alrededor de 1.000. Con 457 en 1996, la capital es la zona con la mayor incidencia.
"Entre los hombres el suicidio es muchas veces un acto de venganza, dirigido a una persona o institución, mientras que en las mujeres funciona más como un autocastigo", sostiene el experto canadiense Tom Grauman, quien realizó un estudio sobre el tema en México.
Los datos oficiales indican que la mayoría de suicidas muere por ahorcamiento, seguido por disparos de arma de fuego en el cráneo.
Otro importante porcentaje, en el caso de la capital, pierde la vida al lanzarse sobre las vías del metro o tren subterráneo, una forma de suicidio que según Grauman rompe con los parámetros comunes de otras partes del mundo, donde el suicidio se comete en lugares privados.
Cuando alguien se lanza a las vías del subterráneo decenas de personas se arremolinan alrededor de la víctima y el servicio de transporte se paraliza hasta por horas. (FIN/IPS/dc/dg/pr/97)